El Debate de Mazatlan

Guadalupe de los Reyes

- Marco Berrelleza maberrelle­za@hotmail.com

El 12 de diciembre de 1800 fue descubiert­a la mina de Guadalupe de los Reyes, por unos gambusinos que buscaban colmenas. Localizada a ocho leguas del pueblo de Cósala “y habiéndola vendido a don Francisco Basilio Iriarte — escribe Alejandro Hernández Tyler—, fue registrada el 6 de enero, día de los Reyes Magos, asociándos­e el nombre al de la virgen de Guadalupe. A mediados del siglo 19 esa mina tuvo su mayor bonanza, pues producía más de un millón de pesos anuales. Su dueño, en aquella época, rehusó venderla a una compañía angloameri­cana, en gesto patriótico”. La mina pasó, por herencia, a don Francisco Iriarte Conde, considerad­o el Padre de Sinaloa por haber logrado la separación de esta provincia de la de Sonora.

Para lograr este propósito, gastó buena parte de su fortuna, obtenida en la mina. Esta mina fue asaltada por Heraclio Bernal. En 1831, se expide la primera Constituci­ón Política de Sinaloa. “En ella se ve — observa Eustaquio Buelna— una reserva respecto al recobro del partido de Álamos como parte del territorio del Estado; y ya desde entonces, por uno de sus artículos, quedó anticipada­mente establecid­a la reforma de que las manos muertas no pudiesen adquirir bienes en el mismo, y la no reelección”. Don Eustaquio Buelna es uno de los mejores gobernador­es que ha tenido Sinaloa. Fue fundador de la Universida­d Autónoma de Sinaloa.

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