ARTERO ASESINATO
A las 05:00 de la mañana del 12 de enero de 1983, un grupo de ejidatarios pertenecientes a la CNC llegaron al predio de Tultita acompañados del agente del Ministerio Público del Fuero Común, licenciado Humberto Guerrero Quintero, con quien iban alrededor de 30 agentes de la Policía Judicial del Estado y de la municipal de la ciudad de Guamúchil. El predio había sido invadido en días pasados por precaristas. Al ser agredidos con violencia, incluso con disparos al aire libre, los precaristas, algunos corrieron hacia la Escuela Preparatoria de Guamúchil para pedir auxilio. Cuando llegaron los estudiantes, trabajadores y maestros universitarios, a las 10:00 de la mañana, las humildes viviendas de lámina de los colonos ardían consumidas por el fuego. En una acalorada discusión del trabajador de la Preparatoria Rosario Uzárraga contra el expolicía Eulogio Pérez Aguilar, este saca de entre sus ropas una pistola y la dispara en tres ocasiones en el pecho y en el rostro del infortunado velador. Al ver que su padre caía bañado en sangre, Alejo, también trabajador universitario, corrió en su auxilio, pero cayó debido a un resbalón. Tirado en el suelo, el joven recibió de Pérez Aguilar un balazo en la cabeza y otro en la espalda. Muchos años han pasado desde entonces y aún se recuerda el artero asesinato de los universitarios. Vaya un recuerdo para ellos.