Gobierno y Congreso
Los Poderes Ejecutivo y Legislativo de Sinaloa deben ponerse a trabajar en aquello que es realmente urgente y sustancial: construir el presente y el futuro de la entidad. Mantener una interminable disputa sobre asuntos poco productivos no beneficia a nadie. Tampoco soluciona los problemas sociales y productivos que afectan a la región.
Ya es tiempo de atender lo importante. La economía sinaloense tiene varios años de estancamiento. Además, existe un fuerte rezago en los indicadores sociales. Gobierno de Sinaloa y Congreso del Estado deben dialogar y acordar acciones específicas para dar origen a una nueva economía estatal, más dinámica y con mayor capacidad de crecimiento.
Es necesario poner en marcha una nueva estrategia económica. De cara a los cambios que se observan en el futuro, es fundamental que Sinaloa cuente con un proyecto de desarrollo de largo plazo, cuyos objetivos sean socialmente compartidos y que redefinan una vocación productiva que posibilite la generación de nuevos empleos y mayores ingresos.
La economía de Sinaloa necesita crecer, crear empleos, mejores salarios, impulsar el desarrollo regional, aumentar la calidad de vida de la población y tener instituciones públicas sólidas y con mayor capacidad para promover la transformación. Gobierno y Congreso ya no deben perder el tiempo en disputas estériles. Los temas urgentes y prioritarios están muy definidos.
Se requieren reformas jurídicas de fondo. Pensar en una nueva Constitución, pero también en una nueva ley electoral, y nuevas leyes de planeación y de inversiones. Igualmente, hay que promover modificaciones fiscales y financieras que estimulen la creación de empresas y la materialización de proyectos estratégicos de alto impacto en infraestructura y en nuevas políticas de desarrollo social.
En estos tiempos es indispensable incentivar la participación ciudadana en el diseño e instrumentación de políticas públicas. Esto no es un simple asunto de leyes, sino de convencimientos y acuerdos sociales en torno a un nuevo proyecto de estado. Es necesario promover pactos sociales o alianzas ciudadanas, amplias, incluyentes y participativas.
En la actualidad, la principal fortaleza que tiene una entidad federativa es el fortalecimiento de su mercado interno. Por ello hay que priorizar las leyes y las políticas públicas que fomenten el desarrollo regional. Sinaloa tiene que aprovechar de mejor manera su territorio y sus recursos naturales. Hay que hacer productiva la sierra, dar nuevo ímpetu a pesca, minería y a la industria rural.
Sobre todo, es urgente contar con leyes que propicien una mayor diversificación productiva. Producir alimentos ya no es suficiente. La diversificación es necesaria, urgente e inevitable. Es necesario dar un impulso diferente a Sinaloa. Así lo exige la construcción de un mejor futuro para todos. Gobierno y Congreso deben superar sus conflictos y tienen que trabajar unidos.
«Es necesario dar un impulso diferente a Sinaloa. Así lo exige la construcción de un mejor futuro para todos. Gobierno y Congreso deben superar sus conflictos y tienen que trabajar unidos»