La oportunidad esperada
La próxima visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no puede ser calificada como una de las grandes oportunidades que Sinaloa esperaba para asegurar el despegue del sur de Sinaloa.
En la agenda previa que se tiene preparada para el mandatario está una visita al Centro Integralmente Planeado Escuinapa-Playa Espíritu, que durante toda la administración federal que encabezó Enrique
Peña Nieto recibió un presupuesto mínimo, suficiente para que no se deteriora lo avanzado. La política turística del priista fue la de rescatar los destinos tradicionales, y uno de los beneficiados fue Mazatlán, que logró en su último periodo de gobierno una regeneración urbanística para su relanzamiento.
Otro de los proyectos que inspeccionará López Obrador en su vista es la construcción de la presa Santa María, ubicada en Rosario, y que es vital para el desarrollo agropecuario de ese municipio y Escuinapa. Esta estructura garantizaría el abasto de agua para el CIP Teacapan, si es que se detona de nuevo su construcción.
En el Gobierno del Estado, que encabeza el mazatleco Quirino Ordaz Coppel, planean aprovechar para tocar también el rescate del proyecto hidráulico de la presa Picachos, que requiere una inversión millonaria para concretar el acueducto que detonaría el desarrollo agrícola de Mazatlán y Concordia como una de las zonas más productivas de la entidad.
Existe la inconformidad del sector pesquero y agrícola de Escuinapa y Rosario, quienes en la agenda anunciada por el Gobierno del Estado una distracción cuando a la verdadera prioridad es la atención a los daños provocados por el paso del huracán Willa. Sin embargo, se sabe que el presidente de la República no dejará de tener reuniones con los sectores afectados para establecer un plan de apoyo. Falta que se concrete.