Errores “mataron” a Venados
Las pifias durante el rol regular y postemporada le costaron varias derrotas a Mazatlán, y muchas de ellas clave en la semifinal con Charros, que los eliminó
Una temporada más culminó para los Venados de Mazatlán, y si bien da la impresión de que no fue del todo mala, también queda claro que hubo varias cosas que el equipo del puerto pudo hacer mejor.
Desde un cambio de mánager que no estaba en el libreto al inicio de temporada, hasta múltiples bajas de jugadores que respondían de buena forma en temporada regular, tuvo que sortear la directiva buscando encontrar la mejor versión del equipo.
El equipo comenzó a resentir la salida de Joe Álvarez y la llegada de Juan José Pacho con el paso del tiempo y cayó en una mala racha de varias series perdidas en fila. A pesar de todo ello, Venados se logró componer para entrar con inercia positiva a la postemporada, ganando varias series consecutivas al final de la segunda vuelta. Pero en la postemporada, después de avanzar con autoridad, se levantó de un 0-2 ante Ciudad Obregón, sin embargo, mostró deficiencias en la serie ante los Charros de Jalisco, donde una vez más abundaron los errores, y en casa falló el bateo.
Fue en los dos primeros juegos de la serie que Venados no logró conseguir carreras y terminaría por irse abajo 0-2 en la serie a Zapopan, pagando allá las cuentas en una visita complicada. En Zapopan abundaron los errores y Mazatlán demostró por qué fue el equipo con más pifias dentro de la temporada regular, con un total de 72, que siguieron en postemporada, teniendo como claro ejemplo el quinto juego de la serie, donde Mazatlán hizo cuatro errores.
Otros problemas El gran arranque en temporada regular que tuvo Venados se vio frenado, y en gran parte debió a las bajas importantes que tuvo Mazatlán. Algunas de ellas ya estaban programadas desde un principio.
Eduardo Vera y José Luis Hernández Urquidy dejaron a Mazatlán en un gran momento, y si bien es cierto que la llegada de Casey Harman, que fue de menos a más, ayudó a los Rojos, Mazatlán nunca dejó de extrañarlos.