FORMA DE REPARTIR RECURSOS DIVIDE A GRUPOS DE BÚSQUEDA
Mientras algunas agrupaciones critican el proceder del Gobierno estatal, otros ven positivo los primeros acercamientos de las instancias
Hasta cinco ocasiones a la semana salen los doce colectivos sinaloenses de búsqueda de personas desaparecidas a campo para detectar un rastro de los familiares o conocidos cuyo paradero desconocen o que fueron llevados a la fuerza. Los 35 mil pesos mensuales que el Gobierno de Sinaloa autorizó y presupuestó por cada uno de estos grupos no es suficiente, considerando que en algunos casos es necesario darle comida, transporte e hidratación a más de cincuenta personas por búsqueda. En concreto, las autoridades estatales brindan un apoyo de 7 mil pesos por concepto de cinco búsquedas al mes a estos colectivos. Así, mientras algunas agrupaciones sinaloenses de búsqueda de personas desaparecidas están a favor de las directrices de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, a cargo de Juan Carlos Saavedra Ortega, hay otros que no están conformes con la situación.
En el norte de la entidad, Mirna Nereyda Medina Quiñones, lideresa de las Rastreadoras de El Fuerte, declaró que la dependencia proporciona el apoyo para las búsquedas por un máximo de cinco ocasiones al mes, y anotó un proceder en la dirección correcta por parte de la Fiscalía General del Estado, así como de los organismos federales y de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) para ayudar a los familiares a encontrar a personas desaparecidas. Abundó que en este momento existen por lo menos doce agrupaciones de este tipo, por lo que algunas de ellas consideran que les están condicionando los apoyos.
Rosa Nériz, integrante de Sabuesos Guerreras AC, se deslindó de los recursos que puedan emanar de las instancias oficiales: «Trabajamos con organizaciones no gubernamentales, con la sociedad civil. Gracias a Dios, se han sensibilizado con nuestra causa, y así es como llevamos a cabo nuestra labor», afirmó. En contraste, hay grupos que apenas se han acercado a las autoridades para la obtención de estos financiamientos para las expediciones, como es el caso de Rastreadores de Fe y Esperanza, en Los Mochis, liderados por Mario Higuera Cota, que regularmente obtienen los
insumos necesarios independientemente.
Voto de confianza
Mirna Nereyda Medina rememoró que, desde un principio, el delimitar la actuación y las competencias de las autoridades y de los grupos de búsqueda de personas desaparecidas fue muy importante, ya que, al dar con una fosa, inmediatamente los peritos interrumpían y se «apropiaban» del hallazgo o de las evidencias: «Era un pleito que teníamos, porque ellos llegaban y se hacían dueños de la situación, no te permitían ver nada; habiendo encontrado uno el cuerpo y habiendo localizado, tenías que andar después en las funerarias checando la información», condiciones que cambiaron con la aplicación del Protocolo para la Búsqueda de Víctimas de Desaparición Forzada y de la coordinación de los colectivos con las autoridades.
Agregó que los grupos de búsqueda de personas pueden hacer labor de campo diario o en la medida de lo posible; sin embargo, el soporte financiero por parte del Gobierno se obtiene en un número determinado de eventos, ante lo que distintos colectivos externaron su rechazo.
«La Comisión de Búsqueda decidió que se nos daría apoyo para cuatro o cinco búsquedas al mes; no es condición. Yo puedo ir a buscar todos los días, pero no voy a tener el apoyo por búsqueda. Son doce colectivos en el estado, no podría ser. No es condición, sino que es el único apoyo que te darán». Recalcó que 2019 es el primer año en el que se tienen autoridades relacionadas con el problema, que involucra a los desaparecidos y a las víctimas de desaparición forzada, por lo que esperó próximamente mayor coordinación. Recalcó que lo importante hoy es dar identidad a los cuerpos que ya se tienen encontrados, por lo que instó a laborar con mayor fuerzas en la aplicación del Protocolo.
En contra de las instancias oficiales Nériz, en contraste, se mostró contraria a que las dependencias oficiales «condicionen» las búsquedas: «Sabuesos Guerreras es autónoma, no funciona con Gobierno. No tenemos informantes, no nos marcan los lugares; con toda la fe y el amor por nuestros desaparecidos es como buscamos, hacemos logística y nos vamos a buscar».
Especificó que los resultados que históricamente este grupo de búsqueda ha tenido permiten «gritarle al Gobierno, al comisionado y al gobernador que no están haciendo bien su trabajo». Subrayó que el apoyo obtenido por parte de la CEDH Sinaloa es únicamente cuando se solicita su intervención expresamente en la revisión de los casos.
Sostuvo que fue gracias a la intervención de Sabuesos Guerreras la obtención de mesas de trabajo donde se realiza la revisión de los expedientes con cada uno de los colectivos y el órgano estatal garante de los derechos humanos, así como de la recién creada Comisión Estatal de Atención a Víctimas (CEAV), a cargo de Óscar Fidel González Mendívil.
Sostuvo que el Protocolo para la Búsqueda de Personas Desaparecidas, así como la misma Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas, no se refieren exclusivamente a la búsqueda de cuerpos o restos mortuorios, sino que conllevan la conformación de un equipo de reacción inmediata, para cuando desde los primeros minutos de reportar como desaparecida a una persona (los cuales son esenciales para
«Se nos da apoyo para cuatro o cinco búsquedas al mes, no es condición. Puedo ir a buscar todos los días, pero no voy a tener el apoyo por búsqueda» Mirna Nereyda Medina Rastreadoras de El Fuerte
«Sabuesos Guerreras es autónomo, no funciona con Gobierno. No tenemos informantes, no nos marcan los lugares» Rosa Nériz Sabuesos Guerreras AC
«Vamos a iniciar el trámite para recibir los recursos. Cinco búsquedas es lo que hacemos en una semana» Mario Higuera Cota Rastreadores de Fe y Esperanza
garantizar su sobrevivencia) se ejecuten procedimientos de rastreo.
Anotó que falta mucho para que el Protocolo y la Comisión de Búsqueda operen como deberían: «El comisionado (Juan Saavedra) no tiene un plan de trabajo; se lo hemos exigido, y no lo tiene».
En última instancia, llamó a todos los colectivos del estado a presionar a las autoridades para que trabajen en beneficio de las familias sinaloenses que han sufrido la desaparición de uno de sus integrantes.
«Lo que tenemos es que obligarlos a trabajar o que renuncien, si no pueden, hasta ahí hay que darles la oportunidad. Si soy sincera, no lo queremos, nunca estuvimos de acuerdo en la manera en la que hizo las cosas; pero ya está ahí y hay que empujarlo», argumentó.
Se apegarán al recurso
Finalmente, Mario Higuera, perteneciente al grupo Rastreadores de Fe y Esperanza, en el norte del estado, consideró positivo los apoyos que los distintos organismos dan y declaró que en el corto plazo se apegará a estos recursos, debido a que las búsquedas realizadas por su colectivo han sido financiadas de forma autónoma. Reconoció que el estímulo es poco; no obstante, consideró acercarse a los organismos oficiales: «Vamos a iniciar el trámite. Cinco o cuatro búsquedas no son nada, los mismos medios de comunicación son testigos que eso se puede hacer en una sola semana. Hemos conseguido camionetas para ir a puntos tan alejados, como El Carrizo (cercano a Sonora), pagando las casetas. Es muy poquito el apoyo que van a dar».
Entre los materiales que frecuentemente son empleados por los grupos de búsqueda de personas desaparecidas, Higuera enumeró sueros orales, medicamentos, herramientas, gasolina, cubrebocas, guantes y unidades todoterreno: «Hasta donde se pueda, hasta con los recursos de uno mismo. A veces la gente no lleva dinero o qué comer a las búsquedas, hay que darles desayuno. Por ejemplo, hay que darles dinero a los rastreadores que vienen en ocasiones desde Choix o El Fuerte para movilizarse hasta Los Mochis, y de aquí partir a los lugares de búsqueda», concluyó.