«MÉXICO, NI EN CRISIS, NI EN RECESIÓN»
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, informa sobre la situación económica del país ante el ligero crecimiento presentado
Ciudad de México. El recién nombrado secretario de Hacienda y Crédito Público informó ayer que el crecimiento mínimo de 0.1 por ciento en el segundo trimestre de este año en el país no significa una recesión, pero aceptó que existe una desaceleración.
Luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) diera a conocer que la economía de México creció 0.1 por ciento en el segundo trimestre del año, el secretario Arturo Herrera informó que esto no significa una crisis para el país: «Una recesión no es, no es una crisis, y las recesiones pasan frecuentemente en el país, a veces pasan en periodos importantes, en periodos de crisis, pero a veces pasan. Son relativamente pequeñas, por ejemplo, una recesión oficial en el año 2000», declaró Herrera. Sin embargo, aceptó que el país atraviesa una desaceleración económica, esto durante la presentación del Informe Trimestral sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en donde Arturo Herrera se presentó para dar estos datos ante los medios de comunicación. Ahí mencionó que esto no necesariamente es una crisis, ya que comparó que en países como China, el cual estaba creciendo al 10 por ciento, y, ante una actividad económica menor, ahora presenta tasas del 5 por ciento. Por ello, señaló que para que México entre en una recesión económica se requieren varios factores, además de una caída de dos trimestres consecutivos en el PIB, situación que no ha sucedido.
µ Ingresos de la población vulnerable En ese sentido, destacó que la SHCP como parte estructural de la política fiscal y coyuntural del Gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, ha realizado el impulso a los programas sociales. El primer efecto positivo que señaló es que estos programas crean una red de protección social que ayudan a mitigar —sobre todo en las poblaciones más vulnerables— los efectos del ciclo económico: «En particular, en una desaceleración, estos programas ayudan a proteger el nivel de bienestar de la población». El segundo efecto, de acuerdo con Herrera, es que también ayudan a mejorar la distribución del ingreso del país; y el tercer efecto es que al ser los destinatarios de estos programas los sectores más vulnerables (los que están en la parte baja de la distribución del ingreso), tienen una propensión marginal al consumo muy alta; es decir, en la medida que reciben sus ingresos, una probabilidad muy alta de ese sector gasta esos ingresos, y eso se traduce en un momento de la demanda agregada, «lo cual ayuda a paliar los efectos en el ciclón económico», detalló. Herrera aseveró que ante esta desaceleración ya se encuentran trabajando en tres direcciones. La primera, concentrar los esfuerzos y acelerar los procesos de inversión con dos características, una serie de proyectos con inversión que son implementados directamente por el Gobierno, pero otros que son implementados con el sector privado. Dijo que los proyectos representan un total de 50 mil millones de pesos que esperan implementar en los próximos meses con la idea de que tengan un impacto inmediato en la economía para que ayuden a paliar el efecto de la desaceleración. En segundo sitio: a través de la Banca del Desarrollo y en coordinación con la Banca Comercial, detonar una serie de proyectos que van a acelerar el financiamiento de la economía.