Por falta de dinero, el FCE no irá a Fráncfort
Miembros de la comunidad cultural lamentan las palabras de Paco Ignacio Taibo II sobre que el Fondo de Cultura Económica “no tiene gran cosa qué ofrecer” para ir a la Feria Internacional del Libro en Alemania
Hace menos de dos años, en octubre de 2017, en plena Feria Internacional del Libro de Fráncfort, México tenía un representante de la creación literaria nacional: el Fondo de Cultura Económica (FCE), que consideraba a esa feria alemana como “un ejercicio de internacionalización y de representación de México en el mundo a través de sus libros”. Hoy, esas palabras del entonces gerente editorial y de producción, Juan Carlos Rodríguez Aguilar, han quedado en el olvido, e incluso la visión de la actual Dirección es contraria.
Estar en esa Feria, que se realiza desde hace siete décadas, es ponerse en el contexto mundial del libro ante más de 7 mil 100 expositores que ofertan los derechos de compra-venta de más de 400 mil títulos que se exhiben en 170 mil metros cuadrados; sin embargo, esa presencia global ha dejado de ser prioridad y responde a la política de austeridad. Paco Ignacio Taibo II, director del FCE, afirma que no acudirán —este año del 16 al 20 de octubre— por falta de dinero y porque “tenemos poco qué ofrecer”. El encuentro, que en la pasada administración era visto como la oportunidad “para fortalecer las redes interculturales que hemos procurado desde hace décadas”, hoy no representa ningún interés. El escritor, que tomó el timón de la editorial mexicana en enero de 2019, asegura que, a “la única feria a la que dejamos de asistir es a Fráncfort porque tenemos poco qué ofrecer”.
En entrevista, Taibo habla de los objetivos alcanzados en seis meses. Entre ellos, defiende las políticas editoriales, la coordinación del Fondo con Educal y la Dirección General de Publicaciones (DGP), el viraje
en las reglas de adquisición para las librerías y los cambios impulsados en sus 10 filiales. Fue ahí donde dijo que hay encuentros libreros en los que sí les interesa estar: “Participamos activamente en la Feria del Libro de Guatemala, en la de Lima, y en la de Bolivia en los próximos meses, y en la de Buenos Aires”.
Para él, no es desinterés cancelar su participación en Fráncfort, sino una estrategia con visión continental, “centramos nuestro poco dinero en ferias latinoamericanas. ¿Volveremos a Fráncfort?, posiblemente, cuando tengamos algo qué ofrecer”. Y agrega: “¿Para qué vamos a Fráncfort si no tenemos gran cosa qué ofrecer? Si ya lo habíamos ofrecido en años anteriores: los derechos... a lo que vas es a vender derechos, y por ahora no. El año que viene tal vez vayamos a Grenoble, a Fráncfort, muy posiblemente a Praga o a Varsovia. Muy pensado qué mandamos y a quiénes”. Hubo invitación para la Feria de Praga y decidieron no ir, “el año que viene, tal vez”. A la única feria internacional de derechos de compraventa a la que han asistido este año es a la de Bolonia “y solo para vender originales y material de autores mexicanos”. La razón, los recursos; “contra lo que pensaban los anteriores directores del Fondo, el dinero no crece en macetas. La sensación era ‘es dinero público, órale’”.
Preocupación La decisión de no ir a Fráncfort es vista con preocupación por editores, escritores y analistas del mundo del libro, como Gerardo Ochoa Sandy, quien asegura que el Fondo está errando totalmente el blanco, pues ni Guatemala es un mercado de venta y compra de derechos, como tampoco lo es Bolivia ni Lima ni Praga. “Taibo está viendo el mercado de la industria editorial a nivel internacional como si se tratase de los tianguis que organiza a lo largo de la República Mexicana”. El analista dice que la responsabilidad del Fondo, en tanto institución del Estado, es promover a los autores y a la industria mexicana en el exterior, “el Fondo tiene más de 10 sedes en el exterior, mayor y más contundente razón para pensar que es parte de su responsabilidad. Es un error irse a las feriecillas pequeñas a ‘tianguiar’ —si es que existe este neologismo—, en lugar de apostar las cartas presupuestales, pocas o muchas, que se tengan, en dos de las ferias más importantes y promover la literatura”. Para Ochoa Sandy no participar en Fráncfort expresa el desconocimiento del director acerca de su catálogo, “¿no tiene nada qué ofrecer con la colección de Letras Mexicanas, nada más y nada menos, con toda la obra reunida y autores que al menos los últimos tres directores han publicado sistemáticamente? Tan sólo con esa colección tiene suficiente para vender, para ofrecer y para hacer un trabajo digno”.
Miembros de la comunidad cultural lamentaron las palabras Taibo II . La escritora Valeria Luiselli publicó a través de su cuenta de Twitter: “¿Por qué quitarle a las siguientes generaciones de mexicanos, Taibo, lo que México sí te dio, tantas veces, a ti?”, cuestionó la autora de Los ingrávidos. Ante este debate, otras de las voces que se sumaron a las críticas fue el escritor Juan Pablo Villalobos, quien indicó a través de un tuit: “Qué mediocridad, qué pobreza, qué ganas de llevar a México de vuelta al tercermundismo ideológico”. Agregó que si Paco Ignacio Taibo II cree que el sello editorial no tiene nada qué ofrecer, “lo que él debería ofrecer es su renuncia”. David Miklos aseguró que se quedarán “haciendo panfletitos acá, diciendo que son libros baratos”, haciendo referencia a la colección Vientos del pueblo, títulos que fueron lanzados como pilar de la Estrategia Nacional de Lectura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.