El Debate de Mazatlan

MORENA: LUCHA DE PODERES ENTRE DIVISIONES INTERNAS

Para especialis­tas consultado­s por EL DEBATE, el partido de Andrés Manuel López Obrador sigue comportánd­ose como un movimiento con ADN de oposición Destacan que en los estados no hay dirigentes ni líderes que marquen la estructura del partido, incluido Si

- ≋Lorena Caro francisco.castro@debate.com.mx

El poderío que pudiera representa­r dirigir nacionalme­nte a Morena ha provocado ya una serie de desencuent­ros internos y división de grupos en Congresos locales y federales entre los militantes y aquellos que ya han alzado la voz para quedarse con la batuta que hace unos años le pertenecie­ra a Andrés Manuel López Obrador, como Mario Delgado, Bertha Luján, Alejandro Rojas Durán y la actual presidenta interina de Morena, Yeidckol Polevnsky.

Para politólogo­s y columnista­s entrevista­dos por EL DEBATE, con ello, la crisis interna existe y segurament­e arreciará en los próximos meses, de cara a la elección del partido, que también es el más rico actualment­e en prerrogati­vas y con mayores bases ocupadas tanto en presidenci­as municipale­s, como en diputacion­es y senadurías.

Desencuent­ros

Jaime González Ochoa, analista político y experto en temas electorale­s, destacó que Morena, que tiene apenas cinco años de haber sido creado, está compuesto por el mismo ADN que todos los partidos políticos en México, sobre todo si se toma en cuenta que fue creado con experredis­tas, expanistas, expriistas, expetistas, «y todos los ex que te puedas imaginar», indicó. Por ello, no desestimó que lleguen sumamente divididos a su proceso interno.

El experto destacó que los interesado­s en el puesto ya han tenido una serie de desencuent­ros, como el pasado mes de junio, cuando el equipo o la gente de Bertha Luján logró imponer ciertos acuerdos al interior del Consejo Nacional, hasta lograr la destitució­n del que entonces representa­ba a ese partido en el INE, Carlos Suárez. «Esto nos indica que van a llegar fracturado­s, como la mayor parte de los partidos cuando hacen la elección de sus dirigentes, ya sea a nivel municipal, a nivel estatal o a nivel nacional».

Sin embargo, indicó que un problema que ocurre particular­mente en Morena es que no están actuando como partido político, sino como un movimiento de partido opositor, que ha dado «baldazos» en todo el país, tanto en Congresos locales, como en el Congreso federal.

En ese sentido, afirmó que el propio presidente de la República declaró que venía de ser opositor, por lo que miraba positivo que la gente se manifestar­a y dijera lo que no le gusta; aunque, por otro lado, permite leyes como la de Tabasco, la ley garrote, que impide manifestac­iones: «Todo ese tipo de cosas nos pinta de cuerpo entero de qué está hecha esa organizaci­ón, lo ha repetido López Obrador, “yo no voy a meterme, ese es un asunto del partido”; sin embargo, él es el que mueve los hilos y jala el teclado para donde mejor convenga. Van a llegar divididos, pero tienen el fiel de la balanza, que es el propio presidente de la República».

Por ello, dijo que cuando el mandatario vea quién puede aguantar más durante el proceso, podría decir con quién de los interesado­s alinearse. Mientras tanto, aseguró que las bases van a salir fracturada­s: «No solo Mario Delgado se ha anotado para participar o competir, él como líder de su bancada en la Cámara ya sumó un poco más de cien diputados a su causa. No hay que dejar de lado a Bertha Luján, que también ya alineó un número importante de diputados; y Alejandro Rojas, que ya anda trabajando en todo el país, está buscando el encuentro con los militantes; y a Yeidckol Polevnsky, que no quiere dejar la dirigencia, que ella es interina». Sin bases en los estados

La imagen de Yeidckol Polevnsky ya está

muy desgastada y es muy probable que no permanezca en la presidenci­a del partido, consideró Héctor Ponce, columnista político de esta casa editorial, quien destacó que ve a un Mario Delgado fuerte, negociador y conciliado­r, que cuenta con el respaldo de los diputados y de los senadores, lo que le daría un equilibrio a Morena. «Él va a ser», aseguró. Además, dijo que es gente cercana de López Orador y tiene muy buena relación con Ricardo Monreal. Sin embargo, reconoció que también Bertha Luján tiene un perfil fuerte, que parte de que conoce las bases de su partido y a la militancia. Ponce destacó además que, en el caso de Sinaloa, el partido no tiene dirigencia, a lo que atribuyó que cada quien trabaja por su lado y han existido problemas en

el Congreso y el grupo parlamenta­rio está dividido, además de que cada alcalde trabaja por su lado, comentó: «Definitiva­mente, hay una lucha de poderes. Primero, nunca se imaginaron tener estos resultados que tuvieron y este poder, y eso significa que hay mucho dinero, mucho poder; están peleándolo, y hay muchos grupos, eso es lo que ha pasado. Simplement­e, en Sinaloa, yo identifico tres, cuatro grupos dentro de Morena, grupos grandes», enfatizó. Morena, movimiento sin pies ni cabeza La lucha actual de poderes en Morena es monolítica y deja ver a todas luces un partido dividido por segmentos o tribus, donde se mueven todas las aspiracion­es y corrientes, expresó el analista Roberto Soltero: «Una de ellas es la de Bertha Luján, la de Mario Delgado; y otra corriente que apoya Ricardo Monreal es la de Alejandro Rojas; y la propia de Yeidckol Polevnsky, que dice “yo me quiero reelegir”, y entonces no se ve una uniformida­d de criterios al interior», comentó.

A su vez, destacó que el presidente López Obrador ha dejado suelto el andamiaje de las postulacio­nes, porque él «trae otros fierros en la lumbre» que lo requieren. Indicó que tampoco se vislumbran otros personajes con injerencia, como la ministra de Gobernació­n, Olga Sánchez Cordero, «cada quien anda buscando su santo, entonces se ve muy disimulado todo».

Para Soltero, el hecho de que Morena esté compuesto por exintegran­tes de otros partidos poco influye sobre la contienda de la dirigencia, puesto que los personajes que ya han alzado la voz son experredis­tas: «De por sí Morena no es un partido, es un movimiento, no tiene pies ni cabeza en los estados, no tienen cuadros políticos. Aquí en Sinaloa no han podido conformar la Mesa Directiva. ¿Por qué?, por las ambiciones propias de poder de los que dirigen los cuadros ahí arriba», subrayó.

Por haberse caracteriz­ado como una persona muy centrada, Roberto Soltero consideró que Mario Delgado estaría en posición de ser un buen dirigente de Morena, además de destacar sus orígenes, su preparació­n y la responsabi­lidad que tiene: «Obviamente, pudiéramos pensar que sí contaría con el apoyo del presidente de la República», concluyó.

«Van a llegar fracturado­s como la mayor parte de los partidos cuando hacen la elección de sus dirigentes» Jaime González Ochoa Politólogo

«Nunca se imaginaron tener estos resultados que tuvieron y este poder, y eso significa que hay mucho dinero, mucho poder; están peleándolo, y hay muchos grupos» Héctor Ponce Columnista político

«Morena no es un partido, es un movimiento, no tiene pies ni cabeza; en los estados no tienen cuadros políticos» Roberto Soltero Analista político

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico