¿Hasta dónde llegaremos?
México rebasó ayer —y eso en los cuestionadísimos conteos oficiales— la macabra cifra de 25 mil muertes por COVID-19, así como los 200 mil contagios confirmados en pruebas de laboratorio. El día de ayer se registraron 736 nuevas defunciones en el país, por 6 mil 104 nuevos casos. Son, pues, 25 mil 060 fallecidos y 202 mil 951 enfermos. A eso se suman los 63 mil 582 casos sospechosos, cuyos resultados de pruebas podrían incrementar la cantidad de enfermos confirmados. En nuestro país, 25 mil 529 personas se encuentran en la calidad de activos con la enfermedad. Nadie se salva del COVID-19. Ayer, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, anunció que había dado positivo a la enfermedad, por lo que tendrá que aislarse en uno de los periodos más críticos para la economía mexicana, quizá de los últimos 100 años. En Mazatlán, las restricciones siguen en muchas zonas, aunque gran parte de los comercios ya abrieron. Los cines, los gimnasios y las plazas comerciales por lo pronto permanecerán cerrados, ya que seguimos en etapa de alto riesgo de contagio. Pese a ello, y a juzgar por lo que se ve en las calles, a mucha gente parece importarle poco.
Los gimnasios al aire libre se siguen utilizando. Zonas de ejercicio y esparcimiento de toda la ciudad —tanto por las mañanas como al caer el sol— se llenan de gente. El mismo malecón es prueba de ello. 25 mil muertes en México es una tragedia enorme, pero pudiese crecer mucho más si no se logra controlar la cadena de contagios. Haga su parte.