Mercado de Navolato
Dispuestos a convertir el caserío de Navolato en una ciudad, Ponciano y Antonio Almada gestionan en 1901 la construcción de un mercado. Sin embargo, el Congreso del Estado no aprobó el proyecto. Tomando la idea de sus hermanos, Jesús y Enrique Almada logran que el ayuntamiento les concesione la construcción de un rastro. Jorge E. Almada envía al ayuntamiento de Culiacán un nuevo proyecto para la construcción del mercado en Navolato, aprobándose la petición el 14 de diciembre de 1904. Además de autorizar la expropiación de algunos solares particulares, el ayuntamiento de
Culiacán acuerda el 26 de junio de 1905 vender a Jorge Almada dos solares del municipio. “Se autoriza al señor Faustino Díaz para que con la representación del ayuntamiento, venda al señor Jorge E. Almada, por la cantidad de 700 pesos, los dos solares que quedan a uno y otro lado del que se va a destinar para el mercado del pueblo de Navolato, siendo las medidas de uno de dicho solares: por el norte 79 metros, por el sur 78 metros. Por el oriente 10.50 metros; por el poniente 5.50 metros; y sus linderos: al norte, calle Porfirio Díaz; al sur, el solar destinado al nuevo mercado de la población; al oriente, calle Benito Juárez y al poniente calle Ramón Corral; al sur, calle
Miguel Hidalgo; al oriente, calle Benito Juárez; y al poniente, calle Ramón Corral”.