La nueva responsabilidad
Si hoy el índice de casos activos en Mazatlán se mantiene por abajo de 100, Mazatlán habrá cumplido una semana continua en semáforo anaranjado, como zona con peligro moderado de contagio por la pandemia del Covid-19. Es una situación que no se tenía desde julio, cuando el Gobierno del Estado que preside Quirino Ordaz Coppel, reinició la actividad turística de la ciudad. Ayer, la Secretaría de Salud en la entidad reportó 86 casos activos de Covid-19 en Mazatlán. Es el mismo promedio en el que ha fluctuado la enfermedad después del lunes 5 de octubre, cuando se reportaron 116 casos activos atendidos en las unidades especiales de emergencia. Después han sido 94 y hasta 84 los casos confirmados. Hasta ahí las buenas noticias, pues en la entidad después de unos días de lograr bajar al semáforo amarillo, hubo un repunte en la incidencia. Y es que con la disminución de casos se ha generado la percepción de que el peligro disminuyó y las medidas preventivas se relajaron. Es un efecto notorio en todos los municipios. Tan solo ayer en Mazatlán, en zonas con altos índices de contagios como la colonia Juárez, se notó el abandono de las medidas preventivas. Dentro del mismo mercado Miguel Hidalgo, donde por meses se mantuvieron filtros estrictos en sus accesos, los comerciantes se permitían expender alimentos sin el uso de cubrebocas, menos de guantes. Comerciantes de frutas, carniceros y abarroteros, despachaban productos sin los protocolos sanitarios advertidos por las autoridades. La disminución de los casos activos no significa un descenso en el peligro que representa el Covid-19 para la salud pública. Su capacidad de mortalidad sigue siendo la misma y los más vulnerables son los adultos mayores, los pacientes con enfermedades degenerativas y los niños. Cuidándonos todos, cuidamos a los demás y eso ya es una responsabilidad.