FIDEICOMISOS NO SON LA CAJA CHICA DE UNA PERSONA
De acuerdo con el coordinador de la Especialidad en Transparencia, Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de la Ibero, esta decisión fue apresurada, tomada por la falta de recursos que tiene el Gobierno
La decisión fue excesiva, fue extrema, y obedece a una razón muy simple: el Gobierno no tiene recursos. Necesitaban echar manos de los recursos que tuvieron a la mano”
Diego García Ricci
Doctor en Derecho
Entre gritos, insultos, empujones y jaloneos, recientemente fue aprobada en lo general la eliminación de 109 fideicomisos relativos a ciencia, deporte, cine y derechos humanos, como el dirigido a salvaguardar a periodistas en peligro de muerte, en el pleno de la Cámara de Diputados. Esto ha provocado inconformidad y manifestaciones de estos sectores. Sin embargo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró que presentará las pruebas del mal uso de dichos fideicomisos. En entrevista para EL DEBATE, Diego García Ricci, profesor investigador del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana y coordinador de la especialidad en Transparencia y Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción, afirmó que el presupuesto utilizado en ellos no es la caja chica de una persona. Para comenzar, se debe saber que la finalidad principal de un fideicomiso es destinar recursos para la atención de ciertas necesidades de la población en circunstancias muy especiales. Normalmente, las instituciones tienen un presupuesto que la Cámara de Diputados autoriza anualmente. Como ese presupuesto es variable (un año puede ser mayor o menor que otro), a través de un fideicomiso son depositados ciertos fondos para sacarlo de ese vaivén presupuestal y puedan atender cualquier situación. Uno de ellos era el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), explicó el doctor en Derecho.
Discurso engañoso
Sobre la decisión de los diputados de Morena, Verde Ecologista y Encuentro Social de eliminar los fideicomisos bajo el argumento de acabar con la corrupción, para el doctor en Derecho no es un argumento de peso: «Ese es un lenguaje retórico que está utilizando mucho esta Administración, porque los fideicomisos, al estar integrados, una parte de ellos con presupuesto público, están sujetos a las leyes de transparencia y fiscalización que existen en México. No es que ese dinero no era auditado o era la caja chica de alguien». Si bien existía cierta discrecionalidad y flexibilidad en el ejercicio de esos recursos, esto no significa que no estuvieran sujetos al control de transparencia y rendición de cuentas, sostuvo.
García Ricci consideró de radical esta decisión por parte de los legisladores, sin haber realizado antes una evaluación de cuáles habían sido eficientes y cuáles no. Mencionó que estos fideicomisos también podían recibir dinero de otras fuentes, no solo del Gobierno, y esto correspondería a la parte crítica, ya que ahora que se desaparecen, ese recurso no público que puede venir de fundaciones privadas o agencias de cooperación internacional ya no va a llegar.
Desigualdades y oportunidades Mencionó que existen programas de cooperación de otros países, como fundaciones alemanas, estadounidenses o canadienses, que muchas veces dicen: «Vamos a ayudar al Estado mexicano a atender ciertas necesidades que están siendo muy urgentes», como el tema de las desapariciones, entonces puede haber flujo de recursos de otros países y pueden llegar a México, ya que los países confían en la institucionalidad, pues no es lo mismo darle el dinero al director de un centro que dárselo a la cuenta institucional del centro, aclaró.
Para el abogado, esta eliminación es una forma de volver a centralizar la toma de decisiones en el ejercicio de gasto público: «Si se regresa todo el dinero a la centralización que está buscando la Cámara de Diputados, en sintonía con lo que quiere este Gobierno, entonces lo que va a pasar es que el día de mañana le digan a las personas que eran atendidas que ya no hay recursos ni dinero para atender sus necesidades». Una decisión apresurada, tomada porque el Gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador no tiene recursos, por lo que tuvieron que echar mano de lo que había disponible, aseveró. Indicó que existían los mecanismos para obligar la rendición de cuentas, donde se pudiera corroborar los resultados. Si bien hay algunos que quizá no son necesarios, hay otros que son requeridos por las necesidades que tiene el país.