Sigue la pesadilla
En casi interminable se han convertido las crisis de salud y económica que ha desatado la pandemia del coronavirus en todo el mundo. Mazatlán no se ha salvado de esta mortal enfermedad, la cual ha generado que cambiemos por completo nuestra forma de vida. Ya no nos saludamos de mano, mucho menos de besos o de abrazos. Para aplicar las recomendaciones de sana distancia, los niños dejaron de ir a las escuelas. Muchos trabajadores laboran desde casa, y probablemente esta sea una dinámica de trabajo que se quede de manera permanente. Esto en el caso de los trabajadores que tienen todavía la fortuna de contar con un empleo, pues, como hemos visto, miles se han quedado sin trabajo, y eso es una consecuencia del cierre de muchas empresas o negocios.
En este marco de quebranto económico y sanitario, siempre se buscan culpables. Ayer le tocó al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, enfrentar duras críticas del Senado de la república por el manejo que el Gobierno le ha dado a la pandemia. Habrá que preguntarse si es momento de politizar el asunto. Por supuesto que el Gobierno tendrá facturas que pagar que pudiesen tener cierto impacto en las urnas. Sin embargo, todavía estamos en el momento de crisis, y hay que buscar soluciones.
Es claro que los casi 84 mil muertos son reflejo de que algo hemos hecho mal, tanto sociedad como Gobierno. Ni todo el mérito ni toda la culpa pueden recaer sobre solo una persona. Si un ciudadano que sabe del riesgo sale sin necesidad a la calle, sin cuidarse y sin guardar su distancia, no hay un Gobierno que pueda frenarlo, a menos que se tomen medidas de castigo para restringir la movilidad, algo que también sería criticado.