Converge Isaac Hernández la danza y la actuación
La reconocida carrera como bailarín y el debut actoral del artista mexicano, confluyen gracias a su personaje en la nueva miniserie `Alguien tiene que morir'
Isaac Hernández ha construido una sólida carrera como bailarín en compañías de danza internacionales, además de ser impulsor de proyectos para el ballet como Despertares y Soul Arts Productions, pero ahora hace frente al reto de la actuación al debutar en la miniserie Alguien tiene que
morir, creada por Manolo Caro y que desde hoy viernes está disponible en Netflix.
u Trabajo visionario En entrevista para EL DEBATE, Isaac Hernández comparte que conoció a Manolo Caro gracias a Cecilia Suárez, una de las actrices recurrentes en los proyectos del autor. “Manolo tiene una mente muy curiosa [...] le encantó el mundo del ballet e inmediatamente su curiosidad lo incitó a acercarse y a saber más sobre la vida de un bailarín”, recuerda Hernández sobre la asistencia del también creador
de la película Elvira, te daría la vida pero la estoy usando
o la serie La casa de las flores a una de sus galas
Despertares.
“Desarrollamos una amistad de mucha confianza y seguido hablábamos de nuestras inquietudes y nuestras ambiciones para nuestras profesiones y lo que nos gustaría hacer. Un día me habló de un libreto que estaba escribiendo y que podía ser importante que uno de los personajes fuera bailarín, y de esa manera me ofrece ser parte de la serie y poco a poco me va emocionando la idea de poder llevar el ballet hasta una serie de Netflix”, añade.
Así, llega la oportunidad del bailarín principal del Ballet Nacional de Inglaterra para dar vida a Lázaro en la miniserie Alguien tiene que morir. “Sentí que era una oportunidad que no podía dejar pasar. Me sentí en manos de uno de los creadores más importantes de nuestro país y esa confianza que siento en él me llevó a entender que era una historia que necesitábamos contar y a la cual le podía aportar algo importante”, sentencia.
En la miniserie de tres episodios, el ganador del Premio Benois de la Danse 2018 da vida a un bailarín, una oportunidad que percibió para acercar esta corriente artística a más público. “Creo que eso es parte del gran regalo que me hizo Manolo, que no solo me dio un personaje que me interesaba interpretar, sino que también era un personaje que me permitía llevar lo que me apasiona, que es el ballet, y a dar el siguiente paso, se puede decir, para que el ballet logre normalizarse en nuestra sociedad y pueda verse con ojos nuevos y llegue a una generación completamente nueva que no está acostumbrada a ver las artes en este tipo de proyectos. Me pareció visionario de parte de Manolo el querer incluir las bellas artes como parte fundamental de la historia, pero también lo consideré una responsabilidad el tener que ser yo quien lleve la versión de ballet que van a conocer al final tantas personas”, apunta el jalisciense.
u Serie con cualidades El personaje de Isaac Hernández es el de un joven bailarín que acompaña a Gabino (Alejandro Speitzer) en su regreso a España, durante los años cincuenta y en una sociedad conservadora donde las habladurías sobre la relación entre ambos no se detienen. Tratar el tema de los prejuicios sobre la sexualidad o incluso de la danza es algo que el artista mexicano cree importante contar. “Me parece que esa es una de las cualidades más importantes y atractivas que tiene el trabajo de Manolo, que siempre tiene el valor agregado para incomodar y para cuestionar tabúes y situaciones que se llevan heredando de generación en generación. Me parece que esta serie nos permite identificar las similitudes y darnos cuenta que a pesar del paso del tiempo seguimos en la misma realidad como sociedad y es muy importante hacer una pausa y recalcar en ello a través de un producto creativo, de un proyecto como esta serie que llega a tantas personas y que nos incita a cuestionarnos”.
A cuadro, el actor comparte cámara con actores como Carmen Maura, Cecilia Suárez, Carlos Cuevas, Ester Expósito y Alejandro Speitzer, por mencionar a algunos. Aunque al principio le preocupaba ser tratado diferente, confiesa que contrariamente fue cobijado por el elenco. “Fue tan bonito sentirme un actor más de la serie y que trataran con ese respeto hacia la profesión y lo que estábamos tratando de hacer. Yo me fasciné de ver a estos actores trabajando, cómo construyen un personaje y cómo una escena que ves ahí en vivo, mientras la estamos grabando, es como ver una obra de teatro que pudiera estar en los mejores teatros del mundo [...] me sentí parte del proyecto y en ningún momento me hicieron sentir como si no perteneciera”.