Señales contrarias
Muchos acontecimientos se están registrando en los últimos días en relación con el COVID-19 que tienen que ver con decisiones de los Gobiernos un tanto contradictorias, que generan dudas sobre la capacidad de análisis que tienen nuestros gobernantes al momento de establecer medidas para prevenir más contagios de coronavirus.
Por ejemplo, ayer tuvimos ya en Mazatlán un juego de futbol de primera división con presencia de aficionados en las gradas. Todo con límites y tomando todas las medidas posibles de señalización y distanciamiento, pero el riesgo de concentrar a miles de personas en un solo recinto no es cosa menor.
Esto se da un día después de que en la liga de beisbol se expusiera que muchos aficionados en Culiacán y otros estadios no respetaron las medidas de distanciamiento. Y mientras en la Ciudad de México los casos que se registran en hospitales van al alza, en Chihuahua regresan al estado naranja por la ola de nuevos contagios.
Y aquí otra contradicción. Es en ese mismo estado donde hay municipios en los que ya se anunció que están por establecer fecha para el regreso a clases, mientras los casos aumentan en la región. Quien gana con todas estas decisiones temerarias es el coronavirus, que encuentra en los eventos de concurrencia masiva una forma para elevar los contagios de forma exponencial. Ojalá abrir los estadios no nos pase una carísima factura.