A los 83, lleva una vida dura por su debilidad visual
Hace más de dos décadas Germán perdió la vista, por lo que desde entonces vive a base de pensiones Una vida muy difícil lleva a su edad, al padecer una ceguera que le imposibilita muchas cosas
Culiacán. Sin poder ver, ni trabajar para mantenerse a sí mismo, Germán Gastélum vive con mucha dificultad de manera cotidiana.
Desde hace 25 años Germán perdió la vista a causa de unos problemas que tuvo con la retina de su ojo izquierdo, lo que lo obligó a pensionarse antes de los 60 años de edad.
Hoy, con 83 años y prácticamente sin poder ver y valerse por sí mismo, requiere ayuda para poder seguir con su vida a pesar de su discapacidad.
Pensión
Fue aproximadamente en el año de 1998, según recuerda, que a causa de su padecimiento se vio obligado a trabajar para una empresa dedicada a la construcción.
Sin muchos ingresos más que su pensión del IMSS, que aseguró no es mucho lo que recibe de ella, y los apoyos a personas mayores que el Gobierno federal da cada cierto periodo de tiempo, es como ha tenido que vivir día a día. Si bien cuenta con el apoyo de sus familiares, señaló que ellos también tienen sus propias familias, por lo que es difícil para ellos aportar a su bienestar.
Dificultades
“Yo realmente no puedo hacer nada, estoy amolado completamente. Sí hay muchas cosas qué hacer, pero desgraciadamente yo no puedo hacer mucho”, expresó. Gastélum mostró un gran interés por trabajar, pues considera que todavía hay muchas cosas que a su edad puede hacer para tener un sustento, pero es su debilidad visual lo que lo tiene en su actual situación.
“Hay que vender periódicos, hay que bolear, hay muchas cositas que puede hacer uno, pero se me dificulta porque no miro; si me dan alguna feriecita, pues no sé cuánto es ni cuánto voy a dar de feria”. Una vida sedentaria es a la que Germán se ha tenido que acostumbrar, pues no solo es el trabajo lo que se le ha imposibilitado, sino otras actividades como cocinar o hacer quehacer en el hogar representan una dificultad y hasta un alto riesgo para él.
Por su parte, su hija, Jesús
Gastélum, quien es de momento la única que ha podido estar al pendiente de él en persona, señaló que tratar con su padre ha sido muy difícil, al tener que acompañarlo para cualquier actividad que debe atender fuera, ya sea realizar compras o acudir a consultas.
En lo económico, dijo, ha tenido que apoyarse mediante apoyos del Gobierno y de instituciones, pues la pensión que recibe “es una miseria”. En esta ocasión, por ejemplo, el apoyo que recibieron por parte del Gobierno estatal para la compra de despensas, otorgado a través de la Comisión de Ciegos y Débiles Visuales, fue de doscientos pesos al mes. Sin embargo, esto no basta para llevar una vida digna.
Para ayudar a Germán y a su familia, puede comunicarse con él a través del número de teléfono 6672144697.
«Me las veo duras, estoy amolado completamente. Sí hay muchas cosas qué hacer, pero no puedo» Germán Gastélum Ciudadano