“La Ossla posee excelencia musical”
La Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes regresó completa a los escenarios y habla sobre cómo fue su tiempo fuera de los mismos
Culiacán. Tras realizar conciertos de cámara desde casa o con distintos ensambles para mantener la sana distancia, la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes presentó un doble concierto el jueves y viernes en el teatro Pablo de Villavicencio de Culiacán con todos los integrantes en escena. Este periodo, señala Miguel Salmón del Real, director de la Ossla, ha servido para reinventarse y llegar a nuevos públicos. Espera que en septiembre puedan presentar conciertos más cerca a la normalidad.
¿Cómo ha sido el trabajo con los integrantes de la Ossla en medio de la pandemia?
Durante la pandemia, como en todos los sectores, nos reinventamos. En lo personal, me sorprendí de la flexibilidad y capacidad resiliente de los músicos y de la visión de las autoridades del Instituto Sinaloense de Cultura, de la dirección de Compañías Artísticas, de administrativos y técnicos que nos apoyaron en este importante aprendizaje, como lo han hecho desde siempre. Nos acercamos a la tecnología y juntos, en medio de un ambiente de total cordialidad e interés, aprendimos nuevas maneras de hacer nuestro trabajo, llevando el aspecto educativo a través de la música por nuevas vías tecnológicas. Tan solo, en el 2020 grabamos 50 conciertos de cámara desde diversas sedes de Culiacán, como el Museo de Arte de Sinaloa, el Jardín Botánico y la biblioteca Gilberto Owen. Además, hicimos, en cifra récord, cinco producciones sinfónicas desde casa con música grabada con nuestros teléfonos celulares. En el 2020 comenzaron los conciertos de transición, con poco público, o bien, al aire libre. Nacieron los Martes de Ágora, al pie del teatro Pablo de Villavicencio, otra excelente idea de las autoridades del ISIC. Paradójicamente, la Ossla alcanzó con todo esto públicos a los que nunca se había llegado. Sabíamos que el teatro se había llenado de jóvenes desde 2017, pero ahora recibimos mensajes de toda la República e incluso del extranjero. Sin duda, las redes sociales y las nuevas estrategias de difusión, propias del siglo XXI, fueron parte esencial en todo esto.
¿Cómo se ha sentido el regreso al Pablo de Villavicencio con toda la orquesta en el escenario y la ovación del público?
Regresar al teatro nos da la sensación, tanto a músicos como al público, de “un nuevo debut”. Recordamos que el fenómeno de la música en vivo es insuperable. Lo comprobamos vivencialmente. Recordamos el porqué de nuestra vocación como músicos, como artistas, como educadores sociales. En 15 meses, apenas y pudimos reunirnos como grupo completo. Al final de 2020, grabamos música del ballet El cascanueces, en un arreglo de nuestro violinista Samuel Murillo, expresamente hecho para la cuerda. El objetivo fue posponer el trabajo con instrumentos que producían columnas de aire. Grabamos para televisión. Así celebramos las fiestas decembrinas. Al inicio del año hicimos un concierto extraordinario, al aire libre, y bajo todas las medidas precautorias. En marzo de 2021, celebramos el centenario de Piazzolla, con la sección de cuerdas, y apenas el 40 por ciento del aforo. Es apenas ayer y antier que nos presentamos juntos como orquesta en el teatro, claro, continuando las restricciones.
El viernes llegó a su concierto 87, ¿qué significa personalmente como director llegar a tal número luego de años de constancia y entrega?
Ayer llegamos al concierto orquestal número 87 de la gestión artística de la Ossla que he podido encabezar desde septiembre de 2017. Es de notar que hemos dado casi igual número de conciertos de música de cámara durante el mismo periodo. Para mí, es una satisfacción enorme. Una orquesta que hace tanta música en ensamble pequeños es una orquesta que, a todas luces, posee grandes instrumentistas. Desde mi perspectiva, todos estos programas sinfónicos se han destacado por tres cosas: excelencia musical, versatilidad (en cuanto a todos los géneros musicales abordados) y algo que nos inunda de satisfacción: teatros repletos de público siempre. Para estos conciertos, gozamos con el apoyo de la Universidad de Occidente para poder transmitirlos por medios digitales, algo que suma muchísimo.
¿Qué es lo que sigue para la Ossla en su regreso a los escenarios?
Esperamos que en septiembre la Ossla pueda reiniciar una temporada de conciertos cerca de la normalidad. Estaremos atentos durante el verano a la evolución de esta contingencia. Creemos que, tras esta emergencia sanitaria, nos hicimos de nuevas herramientas para lograrlo. Pienso que, de saber incorporarlas, continuar transmitiendo nuestros conciertos y sin abandonar las nuevas facetas que abordamos durante la pandemia, podremos cubrir las necesidades que una orquesta sinfónica puede atender en el siglo XXI. Llegar a cada vez más sinaloenses y contribuir al acceso a la educación y la cultura por medio del arte de los sonidos. Además, la Ossla cumple durante septiembre y octubre 20 años de existir. Esperamos que el sector civil nos ayude a celebrar esta ocasión que, sin duda, es de suma trascendencia para Sinaloa, en la conciencia de poseer una orquesta sinfónica de primer nivel.