Claroscuros y polarización en cuatro años de AMLO
Analistas políticos opinaron para EL DEBATE que el gobierno de AMLO podría haber dado mejores resultados, pero ha mostrado inflexibilidad en consensos y desconfianza por la administración pública
Los reflectores sobre los cuatro años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador han sido acaparados por la reciente megamarcha que el propio mandatario encabezó. Sin embargo, analistas políticos expertos en gestión pública y procesos electorales señalaron para EL DEBATE que más allá de la movilización, los resultados del gobierno en materia de seguridad, salud, equidad de género y administración pública se han quedado cortos. Adelantan un 2023 y 2024 de corte electoral desde Palacio de Gobierno.
Deudas
Javier Rosiles Salas, académico en la UNAM experto en partidos políticos, procesos electorales y política gubernamental, señaló para EL DEBATE que el problema de la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha estado en la poca eficacia del gobierno. Analizó que durante su campaña, AMLO planteó muy bien un ABC, que era austeridad, burocracia y corrupción, que le permitió ganar la Presidencia. No obstante, el especialista enfatizó que ya en el ejercicio del gobierno, ese ABC no se logra cumplir. “Los resultados en el ejercicio del gobierno no han sido los esperados. Me parece a mí que el tema más preocupante es la seguridad. No hay un avance, yo creo que no hay ni siquiera una estrategia, lo digo con mucho respeto”, enfatizó.
Seguridad
En ese sentido, mencionó que crear una Guardia Nacional no es una estrategia, sino un elemento más del estado que hasta el momento no da los resultados que se requieren. Alberto Bayardo Pérez Arce, especialista en política y gestión pública, añadió en entrevista para EL DEBATE que no solo no se está abatiendo la impunidad generada por grupos de la delincuencia organizada y la delincuencia común, sino que además se ha creado un clima de polarización que ha estado alimentando, muy claramente, la estrategia discursiva del propio presidente López Obrador. “El tema de la pacificación que era la situación que más se veía como demanda durante la campaña electoral, sigue pendiente”, apuntó.
Administración pública
Para el especialista y académico del Iteso, Pérez Arce, otro tema pendiente es la desaparición de personas. En este punto, consideró que México es el peor país, no solo por la magnitud del fenómeno sino porque no se sabe cuándo se va a remediar. “Aquí no solo no se localizan a muchísimos
que desaparecen, sino que además siguen desapareciendo”, criticó.
En ese contexto, sumó otros temas pendientes como la equidad y violencia de género y los feminicidios. Javier Rosiles Salas, académico en la UNAM, añadió que otro punto importante es que López Obrador, para resolver los problemas públicos, necesita considerar a la administración pública, pero ha repetido en diversas ocasiones que no confía en ella. “En estos cuatro años, el instrumento con el cual el Ejecutivo podría resolver los problemas es la administración pública y no la está tomando en cuenta, de hecho, desconfía mucho de ella”, sostuvo.
Promesas
Tanto Alberto Bayardo Pérez Arce como Javier Rosiles Salas coincidieron al señalar que los próximos dos años de gobierno de AMLO tomarán una línea electoral. Víctor Alarcón Olguín, politólogo mexicano y doctor en Estudios Sociales, analizó que más allá de los autoelogios y la narrativa oficial, el presidente trata de generar un clima de que su proyecto de gobierno no puede tener un cambio de rumbo o que sería muy peligroso pensar que eso pueda durar una sola administración. El también académico de la Universidad Autónoma Metropolitana señaló que bajo esa narrativa, el presidente está mostrando ya sus propias limitaciones, es decir, de la expectativa inicial de que él haría en una administración lo que en dos sexenios con sus famosos 100 compromisos o los macroproyectos que han sido claramente costosos y desestructurantes sobre los recursos públicos. Además, apuntó que la estructura del empleo no se ha desarrollado de manera relevante, a pesar de los esfuerzos que se han hecho en elevar los salarios mínimos.
Flexibilidad
Este panorama, de acuerdo con Víctor Alarcón Olguín, puede verse como un efecto de la pandemia; sin embargo, señaló que el clima de confrontación que normalmente el presidente trata de dosificar o administrar, según lo vaya viendo en su lógica, no ayuda. Mencionó que se requiere de un jefe de Estado mucho más convocante, incluso con la propia oposición, para poder generar ciertos tipos de acuerdos básicos que permitan avanzar, no solamente con los partidos políticos, sino con todos los sectores. “Creo que esos resultados pudieran haber sido mucho más rápidos, mucho más eficaces de lo que hasta ahora ciertamente se ha presentado”. Rememoró que por estos motivos han renunciado importantes figuras a su gobierno y señaló que la administración presenta fisuras muy importantes, y su entorno más cercano también está mostrando esas debilidades con escándalos más evidentes.