Por qué no aplican la ley, el ‘Químico’ no dejó ni para aguinaldos
No dejaron ni para aguinaldos. El gobernador Rubén Rocha Moya lo reconoció. “El Químico” no le dejó recursos al sustituto… Ni para los aguinaldos. Es una realidad. Y es una irregularidad que tendrá que revisarse. Pero en lugar de que se obligue a quien causó este quebranto económico al municipio a pagarlo; no, quien saldrá a pagar los platos rotos es ni más ni menos que el Gobierno del Estado. Y si esto no indigna, entonces no sabemos qué lo hará. Y no solamente hablamos de los poco más de 60 millones de pesos que la Auditoría Superior de Sinaloa ordenó a Luis Guillermo Benítez y compañeros que firmaron el contrato de luminarias a regresarlos. ¡No! Hablamos de los más de 600 millones de pesos que provocó el quebranto económico del Ayuntamiento. El tema del “Químico” molesta al gobernador. Y queda de manifiesto en las entrevistas que se le hacen cuando visita Mazatlán. “Yo, yo lo nombré secretario (de Turismo). ¿Quién más?”. Y también se presume que pasaron por su visto bueno los nombramientos de quienes fueron colaboradores del “Químico” que desfalcaron al Ayuntamiento. Pero Rocha Moya responde “son dos o tres”. Pero están involucrados en el caso de luminarias, se le interrogó. Y es ahí como en otras ocasiones que el gobernador argumenta la “presunción de inocencia”. Argumento que para nada se aplicó en el caso del hoy exalcalde Jesús Estrada Ferreiro, a quien sacaron de la Presidencia en un movimiento “fast track”. A Mazatlán, a diferencia del resto de los municipios de Sinaloa, se le destinará “mucho recurso”. De ese tamaño es el boquete económico que dejo el “Químico”. Rocha Moya destacó que lo que busca es que Mazatlán y los demás salgan adelante. No quiere ingobernabilidad. Y mucho menos que se dañe a los trabajadores, por lo que afirmó que está garantizado el pago de sus aguinaldos.
ÉDGAR GONZÁLEZ, ALCALDE sustituto, señaló que hubo despilfarro de recursos en el Ayuntamiento. Que Cultura está con números rojos y arrastra adeudos por el orden de los 60 millones. Y que ahí había una nómina abultadísima. Que se despilfarro en viajes y eventos como los de Rigoberta Menchú y artistas que fueron contratados para venir a Mazatlán. González habla con tanta vehemencia de los abusos cometidos por su antecesor, Luis Guillermo Benítez, que hasta se le cree que viene a poner orden en casa. Pero se olvida de un pequeño detalle. Édgar González, el sustituto, estaba como secretario del Ayuntamiento. Y mientras el “Químico” viajaba, como dice él, ¿quién la hacía de alcalde? Resulta difícil de creer que el secretario del Ayuntamiento se haya mantenido ajeno a todo el desorden económico y político que se vivió con el “Químico”. Resulta más increíble que intente hacer sentir que esta es una nueva administración, cuando él viene con todo lo malo y lo bueno, aunque escaso que haya habido en los meses anteriores. “El Químico” se enfrentó a Melesio Cuen y al PAS con sus regidores pasistas para imponer a Édgar González. Hoy, los regidores comen de la mano del sustituto y calla opositores con cargos públicos.