El México de campeones está en nuestra niñez
Esta semana vivimos en México un contraste entre el beisbol y el futbol; un contraste entre dos tipos de selección mexicana, entre niños y adultos “profesionales”, una diferencia total de dos mentalidades, una valiente y ganadora y la otra mediocre y triste. Ayer la selección mexicana de futbol quedó fuera del Mundial en Catar en primera fase sin lograr ni siquiera pasar a octavos de final; esto no sucedía desde hace 44 años en el Mundial de Argentina en 1978. La decepción del Tri no estriba en su derrota, sino en su pésima actitud, contra Polonia y Argentina salieron a buscar el empate, no el triunfo, dejaron todo para el final y a pasar de jugar un partido emocionante que terminaron ganando frente a Arabia Saudita, ya no les alcanzó para clasificar a la siguiente fase. En cualquier deporte o disciplina un equipo siempre será mediocre o perdedor si sale a la cancha a buscar empatar en lugar de salir a ganar. Es indignante leer o escuchar a los supuestos “estrategas o críticos” de futbol mexicano decir “el empate es bueno, el empate nos favorece” pero que mediocridad tan lamentable es esa. Eso jamás será un buen ejemplo para nuestra juventud y mucho menos para nuestra niñez.
Por el contrario, el domingo pasado la selección mexicana de beisbol logró una tremenda victoria contra Cuba para coronarse como los campeones de los Juegos Panamericanos de Beisbol 2022, categoría U10 (niños de 10 años de edad). México derrotó en dos ocasiones a Ecuador, Brasil y República Dominicana para enfrentar a Cuba, con quienes tenían un perdido y un ganado. Desde el principio salieron a jugar con todo, a dar su máximo esfuerzo en todo momento, desde el principio jugaron sin guardarse nada, dieron todo en el campo como dice el gran pelotero Viny Castilla “el beisbol se juega al 100 %, dando absolutamente tu máximo esfuerzo o mejor no se juega”. El primer juego contra Cuba lo perdimos en extra inn por una carrera, el segundo juego lo ganamos por dos y finalmente en un juego muy parejo México ganó la final llevándose la victoria en un juego tenso y emocionante.
Fue muy bonito ver jugar a peloteros como Pablo Vázquez, Nico Silva, desde luego a los 4 sinaloenses Héctor Acosta, José Camargo, Yadier Hernández y Badir Torres; Jesús Ponce, Íker Sepúlveda, Yahir Támez, Alberto Davis, José García, Mateo Yescas, Rodrigo López, los hermanos cuates Salvador y Santiago Cruz, Saúl Melgoza, Randall Simón y Andrei Bertrand conformaron el orgulloso róster mexicano. Sin duda hay que destacar el gran trabajo del mánager Joel Hadar y su cuerpo técnico, Daniel Huez, Miguel Ríos, Miguel Durazo, Pablo Vázquez, Tadeo Silva, Efrén Gámez, Luisa Muñiz y en prensa Yubitza Villa. Muchas felicidades y muchas gracias a todo este equipo de peloteros campeones panamericanos.
La enorme diferencia entre los niños peloteros y los adultos “profesionales” futbolistas fue que los niños salieron a ganar y no a empatar, salieron a jugar con hambre de triunfo y no con miedo a perder; los beisbolistas jugaron con una enorme ambición y no con un gran complejo. Hoy nuestros niños les pusieron el ejemplo a los “profesionales” que ganan millones, es cierto que la educación de nuestra juventud y de nuestra niñez depende de nosotros los adultos, pero sin duda los niños nos enseñan con su ejemplo todos los días y en los momentos de mayor sacrificio, donde se necesita valor, estos pequeños jugaron como verdaderos gigantes. Te invito a no perder de vista a estos tremendos peloteros, algún día el país entero podría usar una camiseta con sus apellidos y el logo de un equipo de Grandes Ligas. Recuerda siempre que hay veces que tu mejor maestro puede ser tu hijo, hay mucho que aprender de nuestros niños.