Fauna silvestre en la avenida Delfín se encuentra desprotegida
Debido al desarrollo urbano en esta zona, los venados quedan atrapados y no hay quién los pueda reubicar. Ecología y Medio Ambiente busca que sea el dueño del predio quien pague
Sobre la avenida Delfín, en Mazatlán, debido a la urbanización en esa zona se ha detectado a una familia de venados cola blanca. Sin embargo, no hay quién los proteja, a pesar de la movilidad de las maquinarias que constantemente están operando.
En desamparo total
El director de Planeación y Desarrollo Urbano del Municipio, Paúl Galindo Maldonado, indicó no es responsabilidad de ellos atender este caso, y que es la Dirección de Ecología y Medio Ambiente la que tendría que intervenir. “Realmente eso debería de ser competencia de la Dirección de Ecología porque en estos casos ya son superficies de terrenos que están dentro de urbanizaciones, y como son extensiones territoriales que tienen propietarios, pues todavía hay algunas partes que se encuentran en condiciones de áreas forestales, de áreas con reserva con flora y con fauna.”
Agregó que en el momento en que el propietario pretenda construir, se le solicitará la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para pedirle que se haga una revisión de si se encuentra fauna en la zona y entonces pedir apoyo a Ecología para retirarla y canalizarla a un lugar adecuado.
Al respecto, la directora de Ecología y Medio Ambiente de Mazatlán, Eunice Murúa
Figueroa, señaló que en la avenida Delfín se hizo un estudio de cambio de uso de suelo otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en el cual una de las condicionantes que se menciona es la reubicación de la flora y la fauna del lugar. Desafortunadamente, dijo, la reubicación no se ha hecho como debería de ser, lo que ocasionó que un grupo de biólogos y ecólogos preocupados por el tema visitaran las oficinas de Ecología, y al no tener competencia en algo que está regulado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) les ofreció capital humano para que apoyaran, pero con la condición de pagar el veterinario.
“Reubicar a un venado es la cosa más difícil del mundo, se tiene que hacer con dardos que cuestan miles de pesos, y si fallas, desperdicias miles de pesos. Lo tienes que dormir, trasladar, rehabilitar y soltarlo en otro espacio.”
Aseguró que hablaron con la Profepa y les dijeron que si lograban reubicarlos les darían un permiso transitorio para que puedan ofrecer el servicio veterinario; sin embargo, se encontró con la sorpresa que el costo del veterinario es muy caro.
Vía mientras, no hay quién proteja a esos venados, por lo que, dijo, es el dueño del predio quien debe hacerse cargo y pagar. Pero no hay veterinario que esté dispuesto a arriesgarse a perder miles de pesos con los dardos, puntualizó.