También roban agua de los Ojos del Chuvíscar
Abastece a 7 mil familias de 14 colonias de la ciudad
El robo de agua de los ductos que abastecen a la ciudad no se limita a El Sauz, ya que existe una problemática igual de compleja en el acueducto Los Ojos del Chuvíscar, que corre al poniente de la mancha urbana, y cuya vida de servicio alcanza los cincuenta años de antigüedad, informó ayer el presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Roberto Lara.
El acueducto “Los Ojos del Chuvíscar” abastece doscientos litros de agua por segundo, cuyo líquido proviene de tres pozos en beneficio de siete mil familias, con una cobertura total a las colonias Campestre del Bosque, Damnificados 22 de Septiembre, Labor de Terrazas, Las Ánimas, Zootecnia, Alfredo Chávez, Ramón Reyes, Aires del Sur, Malvinas, Pavis Borunda, Pinos, Universitaria, Hidalgo y La Esperanza.
Expresó que el robo de líquido, en proporción a la cantidad total de agua que se extrae, es mayor en los Ojos del Chuvíscar , debido a que se trata de una zona con más población, además de que no se cuenta con el equipo necesario para detectar el hurto a través de la medición de la presión en la línea.
Adelantó que será instalado un equipo similar para medir la presión en la línea, pero no precisó una fecha para que inicien los trabajos y cuánto tiempo tardarán.
Dijo que la semana pasada personal de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento clausuró tres tomas ilegales en el acueducto El Sauz, pero aún faltan otras cinco por ser retiradas, además las ocultas que continúan siendo buscadas por el personal del organismo.
Lara, declaró que desde abril detectó que había una baja en la presión del acueducto, pero
les tomó semanas poder ubicar las tomas ilegales para desconectarlas.
El corte fue kilómetro 36 de la carretera Chihuahua – Juárez, a un predio ubicado a unos 600 metros de la parte posterior del centro acuático Diver Splash, ya que en ese punto fue detectada una toma clandestina conectada a una línea de conducción que aporta agua al acueducto desde tres pozos.
La línea clandestina estaba enterrada a un metro y medio de profundidad. La línea ilegal era de un diámetro de una pulgada y tenía una bomba para aumentar la presión.
El agua era canalizada hacia una propiedad contigua en la que en ese momento no estaba habitada, pero los dueños deberán enfrentar un proceso legal por el robo de líquidos.
Pero existen otros acueductos que tienen la misma problemática, como los Ojos del Chuvíscar, según dijo Lara en el marco de las tres clausuras en El Sauz. (Orlando Chávez / El Diario)
Han clausurado tres tomas ilegales, pero aún faltan otras cinco