Presenta CEEY su informe de Movilidad en México 2019
Afirma estudio que el dicho “el pobre es pobre porque quiere” es falso
Desde años atrás, más de una vez hemos escuchado la frase: “El pobre es pobre porque quiere”. Dicha aseveración es falsa porque así lo sugieren datos certeros sobre la poca movilidad social que existe el país.
La falta de oportunidades y las circunstancias de origen de una persona en México determinarán su estatus socioeconómico sin importar cuánto se esfuerce.
“Esa afirmación: el pobre es pobre porque quiere, no tiene sentido”, explica Roberto Vélez Grajales, investigador y director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
“Lo que hay detrás de esa aseveración es la ausencia de esfuerzo”, comenta el investigador, “lo que dicen es que las circunstancias no importan. Eso no tiene sentido”.
CEEY presentó ayer su informe de Movilidad en México 2019: hacia la igualdad regional de oportunidades, ahí analiza la movilidad social de distintas zonas en México. El estudio refiere al avance socioeconómico que las personas pueden lograr o no durante su vida y si su condición de origen social determinará su futuro.
La noticia es que sí. Las circunstancias que rodean a las personas nacidas en los hogares más pobres hace que estén destinadas, por porcentajes dominantes, a permanecer pobres.
Vélez Grajales insiste, entonces, que el esfuerzo que hace una persona de bajos recursos para escapar de la pobreza es estadísticamente inútil. La baja movilidad social en México se determina por las circunstancias falta de oportunidades ineludibles que rodean a un individuo, no por la ausencia de su esfuerzo laboral.
“El hecho que la cigüeña te aviente de un lado o del otro del fraccionamiento no es determinante de que tú seas más o menos capaz.
El argumento no se sostiene moral ni empíricamente. Y no se sostiene pensando en nociones básicas de probabilidad y estadística. Esa afirmación en un país como México no tiene cabida”, apunta el investigador. Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001 recomienda que la mejor opción de la vida que tiene una persona para evitar la determinación circunstancial de su pobreza es “elegir a tus padres”, cuenta Vélez Grajales.
En el país 74 de cada 100 mexicanos que nacen en los hogares más pobres permanecen ahí. Sólo 26 de cada 100 llegan a subir en la escala socioeconómica. Las circunstancias de las personas están siendo altamente determinantes en su pobreza.
Sin embargo, en México la desigualdad regional se siente entre el Norte y el Sur, dicta el informe de CEEY, elaborado por medio de encuestas realizadas en 2017.
En la región Norte del país: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, 54 de cada 100 mexicanos que habitan en la frontera permanecen en la pobreza.
La región Sur es más precaria. En estados como Veracruz, Tabasco, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, la posibilidad de que un individuo pobre trascienda a la riqueza es rara, ya que 86 de cada 100 habitantes de esas entidades que nacen en los hogares más paupérrimos logran escalar socioeconómicamente.
Sólo 14 habitantes de la región Sur de México logra superar esa barrera de pobreza, indica el estudio.
A nivel nacional, al menos el 48 por ciento de la desigualdad económica se debe a que personas no tienen las mismas oportunidades de salir adelante. “Una sociedad sin igualdad de oportunidades se polariza (...), no importa cuán grandes sean los esfuerzos de quienes nacen en situaciones de mayor desventaja, sis posibilidades de mejora serán limitadas”, rinde el documento.