Sueños con aroma de café
Empezó a venderles café a sus compañeras maestras hace diez años, hoy, vender café se ha convertido en un sueño para Oralia Chávez Jiménez, a pesar de todos los retos que ha tenido que enfrentar, y que siguen presentándose.
Un contacto en Chiapas se ofreció a mandarle café hasta esta ciudad hace un lustro, desde entonces ofrece su producto que, a decir de ella, “es de lo mejor que hay en el mercado”.
“Viene de Chiapas, es orgánico, libre de pesticidas y cultivado de forma natural”, dice Oralia destacando las bondades de café que ofrece en un stand de la Plaza del Ángel junto con otros productores regionales del estado.
“Todo inició por complacer a compañeras maestras. Supieron que venía de Chiapas y me empezaron a pedir café. Allá hice un contacto y a parti de entonces me envían de allá café directamente”, y agrega que el café es uno de los mejores motivantes del mundo. “Yo siempre tomo, desde que estaba chiquita. Allá en Chiapas nos dan café en la tetera desde que somo bebés; no es cierto eso de que quita el sueño”.
“Hay mucha gente que en tiempo de calor no le gusta el café, pero un café te despierta a cualquier hora y en cualquier temporada. Caliente o frío, es lo mejor. En esta temporada de calor ya se puede tomar con hielo”.
Después de diez años en los que ha tenido sus altibajos, y en los que incluso ha tenido a veces que meter recursos que eran para su casa, el negocio empieza a rendir frutos. “Lo distribuyó ya en algunas tiendas, y en exposiciones cuando nos invitan. Las diferencias entre mi café y el que se vende en otras partes, es que mi producto es fresco, a mí no me dura más de un mes; es un café de altura con semillas arabigas, libre de químicos”.
Comenta que en diez años el negocio todavía no ha sido redituable al cien por ciento, pero que este año ha ido mejor. “Ha sido difícil sobre todo en la temporada de calor, cuando la gente no quiere tomar café ahora hay otras maneras de tomarlo que puede ser frío”. Sobres sus perspectivas a futuro es exportarlo a los Estados unidos, pero le faltan recursos y capacitación.
“Los apoyos gubernamentales son puras mentiras, no sé a dónde llegan, pero aquí no”, dice entre la frustración y la molestia. “A mí no me ha tocado, los mipymes son muy complicados, los requisitos que son enredodosos y muchos. Estoy dada de alta en Hacienda, pero hasta ahora no he tenido apoyos”.
Oralia ya es de chihuahuense por adopción. “Tengo 20 años en Chihuahua y también vendo joyería de ámbar, también traída de Chiapas”, dice mientras prepara un café para un cliente.