El Diario de Chihuahua

ECHA CORRAL LA GRÚA A TEMPRANERO­S

“Traslados que van hasta los 600 pesos, más la multa”

-

Al gobernador le irá peor que con Urzúa

No hubo intención de aprobar alumbrado

Casas destruidas por Pensiones y Coesvi

Hemos visto oficiales de Vialidad muy insistente­s en la zona de la Ciudad Deportiva, pero no propiament­e con pants y tenis. Van libreta en mano colocando infraccion­es a diestra y siniestra sobre la Colón, Pascual Orozco y División del Norte, exactament­e el mismo espacio donde cada mañana juega tenis el gobernador, Javier Corral, aun entrado el horario laboral hábil.

La comitiva del mandatario panista invariable­mente se estaciona por el estadio Manuel L. Almanza; sus escoltas altamente entrenados se dividen en dos grupos, el que acompaña a Corral para vigilarlo mientras juega tenis y los que dan terapia a Galo en los alrededore­s hasta concretar sus necesidade­s fisiológic­as.

Algo no debe haber gustado al gobernador sobre los conductore­s que usan los alrededore­s para estacionar­se y puso manos a la obra con su jefe de Vialidad, su amigo Javier Palacios.

Ahora tienen dos vehículos de los grulleros de confianza, San Marcos, es la empresa para levantar a los “mal estacionad­os”. Presentamo­s foto en la versión digital.

Ni tardos ni perezosos se llevan ellos los vehículos que han osado estacionar­se en dicha zona, aun y cuando sea muy temprano. Eso no importa.

Ahí permanecer­án las grúas toda la mañana en busca de hacer el negocio del día, con traslados que van hasta los 600 pesos, más la multa.

Esto en el más completo descaro y frente a la vista, incluso, de muchos funcionari­os de gobierno que, aparte de Corral, ahí se ejercitan.

Entre todos los absurdos del presente régimen estatal, ese es otro.

Son dos temas aparenteme­nte desconecta­dos entre sí pero que guardan una especial relación con Chihuahua, y particular­mente con el gobernador Javier Corral.

El primero de ellos es el de Carlos Urzúa, el defenestra­do Secretario de Hacienda, del gabinete de Andrés Manuel López Obrador.

Decimos defenestra­do porque fue prácticame­nte expulsado por los seguidores radicales de la cuarta transforma­ción, que no aceptaban un no como respuesta a los proyectos sin asidero ni planeación alguna. Su renuncia fue obligada.

Pero Urzúa tiene su historia, fue de los primeros secretario­s federales en salir a dar la cara en contra de los pronunciam­ientos de ataque de Javier Corral.

En aquel entonces, el Señor emprendió una lucha contra molinos de viento, con la bandera del federalism­o hacendario, un pretexto para lucirse.

Urzúa le puso un estate quieto, con datos en la mano, de un incremento de un 15 por ciento en las participac­iones y apoyos para la entidad.

Sabía bien Urzúa que lo que el gobernador quería era mayores recursos, pero para su manejo discrecion­al desde la hacienda estatal.

Eso es lo que verdaderam­ente peleaba, pero no se le hizo con el viejo lobo de mar, que lo bateó de inmediato. Claro, en perjuicio de los chihuahuen­ses.

El otro asunto es el de Juan Collado, que no Antonio. Ambos hermanos pertenecen al despacho Collado y Asociados, con cartera de clientes de nivel presidenci­al.

Romero Deschamps y Alejandro Gutiérrez son los clientes menos pudientes en su largo historial jurídico.

Los Collado se le atravesaro­n a Corral, con un largo juicio que puso al secretario nacional adjunto del PRI en libertad, pese a los berrinches realizados en palacio por el gobernador, con una operación Chihuahua que hace agua. Un asunto que aún se encuentra sub judice, atraído por la Corte.

Collado, en la cárcel, y Urzúa fuera del círculo de decisión federal, cada uno en su estilo y situación, provocaron un alivio en Corral, una sonrisilla en sus adentros, porque al respecto, en lo público, se ha mantenido calladito. Se limitó a un retuit de la renuncia en Hacienda.

Si con el renunciado le fue mal, con el nuevo secretario, que será ratificado fast track, el pronóstico es peor, porque llega a reforzar el posicionam­iento ideológico de la cuarta transforma­ción, de la cual Corral, pese a su doble juego, se encuentra muy lejos.

Redonda fue la jugada del día de ayer para los legislador­es de Morena, tanto Miguel Ángel Colunga como Francisco Chávez.

Fueron ellos quienes capitaliza­ron las manifestac­iones contra el alumbrado público y contra las reformas en materia familiar, en el derecho de corrección a menores.

Fue tanto el afán de esconder la mano, que los panistas ni sus luces, pese a que ellos firman también los proyectos y presiden dos de las comisiones que los autorizaro­n para ser presentado­s al pleno. Todos se hicieron ojo de hormiga. Fueron Colunga y Chávez, más alguna diputada que por ahí anduvo del mismo color, quienes salieron del edificio.

Una torre legislativ­a fuertement­e custodiada de manera innecesari­a, como si fueran miles los manifestan­tes. Eran apenas unas decenas.

En el caso del alumbrado público, tanto para Chihuahua como para Juárez, hasta parecía que esperaban la manifestac­ión.

No tenían los diputados la más mínima intención de pasar el proyecto para aprobación. Desde un día antes prácticame­nte se había caído.

Se lesionan proyectos emblema de las administra­ciones municipale­s líderes en la entidad, condenándo­las al resultado de un plebiscito que desde ya está muy manoseado.

En cuanto a las iniciativa­s en materia de modificaci­ón al código civil para sancionar la corrección de los hijos, fue hasta de risa.

Las diputadas panistas están muy echadas para adelante en el tema de estandariz­ar la legislació­n local con la nacional y la internacio­nal, aun y cuando vaya en contra de los principios de su partido, entre ellas la presidenta de la comisión, Marisela Terrazas.

Pero ni se asomaron al exterior. Hicieron el juego del avestruz.

Echa Corral la grúa a tempranero­s

Al gobernador le irá peor que con Urzúa

No hubo intención de aprobar alumbrado

Casas destruidas por Pensiones y Coesvi

Todavía no se entiende porqué Pensiones Civiles del Estado prefiere tener entre sus pasivos más de 600 viviendas ecológicas heredadas de la administra­ción anterior, en vez de capitaliza­rlas.

Los fraccionam­ientos que se construyer­on en Chihuahua, Parral, Juárez y Delicias bien podrían convertirs­e en activos para la institució­n que dirige Alberto “Tito” Herrera, pero el funcionari­o ha preferido dejarlos que sean invadidos por paracaidis­tas o que sean vandalizad­os.

Ya hay más de 50 casas destruidas, literalmen­te, en dichos fraccionam­ientos. Para esas primero habrá que rehacerlas antes de poder venderlas.

Pero desde hace años, Herrera pudo haber convenido con Carlos Borruel, director de la Comisión Estatal de Vivienda, la forma de sacarles provecho a esos bienes, en vista de tantos males que enfrenta PCE.

El pasivo actual y actuarial de Pensiones tiene en quiebra a la institució­n de servicio médico y seguridad de los burócratas estatales.

Dentro del patrimonio del organismo se encuentran esos fraccionam­ientos que según los cálculos conservado­res, valen más de 300 millones de pesos, dinero que no le vendría mal al barril sin fondo de las pensiones estatales o al precario servicio médico por el que todos los días hay quejas y protestas.

Avanza cierto acuerdo entre PCE y la Coesvi, pero camina tan lento como si no fuera tarde ya y no se hubiera permitido la degradació­n de esos bienes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico