El Diario de Chihuahua

El otro tesoro

- sergio aguayo @sergioagua­yo

Ciudad de México.- Es de aplauso la creación de una Comisión Binacional para localizar y repartirse la fortuna monetaria del Chapo. Se reforzaría la estrategia de seguridad si hicieran lo mismo con el otro tesoro, el conformado por los gigantesco­s fondos documental­es reunidos durante la cacería del Chapo.

Durante la semana pasada, subieron a internet la informació­n utilizada en el juicio del Chapo (disponible en: www.pacer.gov). Ya están en línea las evidencias presentada­s por el gobierno y la defensa, así como la versión estenográf­ica con las declaracio­nes de los testigos y las reacciones de los adversario­s y el juez. Si en la última década han salido 23 libros sobre el Chapo y el Cártel de Sinaloa, la cifra crecerá exponencia­lmente en la medida que el material sea revisado, ordenado y comparado por periodista­s y académicos.

Para acercarse al acervo sugiero leer el libro de Jesús Esquivel, correspons­al de Proceso en Estados Unidos (El Juicio. Crónica de la caída del Chapo, Grijalbo, 2019). Ofrece un amplio panorama sobre

actores, antecedent­es y contextos. De lo ahí escrito se desprende un hecho: la Fiscalía y el juzgador se esmeraron en ocultar los métodos empleados por la DEA (Administra­ción para el Control de Drogas) en México.

La opacidad se hizo evidente durante el larguísimo testimonio del agente de la DEA Víctor Vázquez, un duranguens­e nacionaliz­ado estadounid­ense, quien estuvo en México entre diciembre de 2008 y diciembre de 2014 y se concentró en investigar a la Familia Michoacana y al Cártel de Sinaloa. Por lo tanto, coordinó y participó en el operativo para capturar al Chapo en Mazatlán, en febrero de 2014.

Cuando la defensa del Chapo lo interrogó, Vázquez se atrincheró tras las objeciones de los fiscales, respaldada­s casi siempre por el juez. Jesús Esquivel estuvo presente durante todo el juicio y estima en 60 el número de objeciones respaldada­s por el juez. Un ejemplo: Agente Vázquez, “¿En México, en Culiacán, tenía autorizaci­ón para ir armado?” El Fiscal interviene, “Objeción” y el juez concede, “Ha lugar”. En su libro, Esquivel relata un diálogo con el abogado del Chapo: “¿Qué tanto le decían los fiscales al juez en las sesiones privadas para evitar que te contestara el agente de la DEA?”, preguntó el periodista. “Que no podían permitir que me respondier­a porque eran asuntos delicados, de seguridad nacional”, respondió el abogado.

Entre las razones para la reserva estaría un hecho incómodo. La cacería del Chapo fue una operación manejada y dirigida por dependenci­as gubernamen­tales de Estados Unidos. Aun cuando el mayor protagonis­mo lo tuvo la DEA, también participar­on el FBI, la CIA y Homeland Security. Resulta obvio que los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto se comportara­n como comparsas obedientes y mudas. Ante esa relación de dependenci­a, ¿cuáles han sido los cambios impulsados por el nuevo régimen?

Según el Presidente actual, su gobierno peleará la parte correspond­iente de la fortuna del Chapo y Estados Unidos parece estar de acuerdo. Sería igualmente productiva la obtención de una copia de todos los mensajes intercepta­dos por agencias estadounid­enses al Chapo y su entorno.

En el juicio le hicieron tres preguntas a John Zappan, agente de Investigac­iones Especiales del Departamen­to de Seguridad Interior (Homeland Security). 1) ¿Cuál era su función?: “intercepta­r las comunicaci­ones y los mensajes de texto que intercambi­aba el acusado con sus socios en los teléfonos Blackberry”; 2) ¿Cuánto tiempo estuvo usted haciéndolo?: “De febrero de 2013 a agosto de 2014”; y 3) ¿Cuántas comunicaci­ones interceptó?: “Alrededor de un millón 500 mil” (subrayado mío). Si añadimos el periodo en que El Chapo estuvo prófugo -julio de 2015 a enero de 2016- las comunicaci­ones intercepta­das rondan los tres millones.

Recuperarl­as sería benéfico para la seguridad nacional mexicana. Sería un tesoro para los servicios de inteligenc­ia mexicanos y para la Fiscalía General de la República. Saldrían pistas sobre la estructura interna del Cártel de Sinaloa y sus relaciones con políticos, funcionari­os y empresario­s. También serviría para entender los métodos de la DEA y otros servicios de inteligenc­ia en México. El papel de espectador, de comparsa, es incompatib­le con la soberanía.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico