En el olvido, Jardín de la Justicia
Su farola es una réplica de la que estaba en el Palacio de Gobierno
La plaza llamada Jardín de la Justicia, ubicada entre la calle Coronado y Allende, donde se juntan la calle 14a y Pedro Leal, es uno de los espacios de la ciudad que está lleno de historia, pero que por lo escondido del lugar y el desinterés de la población suele lucir abandonado, cuando generalmente era punto de reunión entre los pobladores de la zona Centro.
Como imagen principal está la gran farola esculpida en hierro con varios aditamentos y adornos como un águila en la punta y los querubines, que simbolizan pureza, paz justicia, lo que la hacen una escultura única, la cual se dice es de origen francés.
No obstante, en realidad es una réplica de la pieza original que se encontraba en el patio central de Palacio de Gobierno que dataría desde 1943 desde su adquisición; sin embargo, durante la administración de César Duarte Jáquez en el 2011 fue demolida la base de cantera, las piezas de hierro separadas y nadie sabe qué sucedió con ella, ya que el espacio se dejó totalmente abierto.
Algunos historiadores han debatido sobre que la farola en el Jardín de la Justicia es la original, ya que fue don Miguel Ahumada, quien en 1896 se la trajo a Chihuahua, no obstante se dice que el gobernador Fernando Foglio Miramontes, fue quien ordenó colocar la original en la plaza mientras que la que estaba en Palacio de Gobierno era una réplica.
En general, este pequeño parque fue durante mucho tiempo un centro de actividad para los vecinos, además de que comúnmente se reunían alumnos de la Escuela Federal No. 10, así como del Colegio Palmore, que se encuentran muy cerca de la plaza mencionada.
En la actualidad, existe un ligero descuido en la cantera, no hay buena iluminación por la noche y
este parque ha sido olvidado tanto por vecinos como autoridades, ya que no suele ser de gran concurrencia como en el pasado, pero la realidad es que guarda mucha historia que debería ser contada o al menos promocionada para que las nuevas generaciones de chihuahuenses conozcan.
La realidad es que el descuido llega a la iluminación, ya que no tiene faroles, los árboles se encuentran secos ya sin pasto.
Según dijo un vecino de allí, no le ponen atención y se ha hecho algunas llamadas, además las bancas alrededor no tienen asientos. (Juan
Por lo escondido del lugar y el desinterés de la población suele lucir abandonado