Murió por sobredosis
A un año de la muerte de anestesióloga
Al interior de las oficinas del hospital Christus Muguerza, la anestesióloga Karen Estrada Ávila fue encontrada sin vida el 5 de agosto de 2018. El Servicio Médico Forense determinó, en un inicio y de forma errónea, que fue una muerte por estrangulamiento.
Sin embargo, las razones de su fallecimiento fueron distintas. Karen, quien estaba embarazada, perdió la vida por una sobredosis.
El fiscal general, César Augusto Peniche, afirmó que la causa de muerte por estrangulamiento fue un dato no concluyente que los forenses apreciaron inicialmente para elaborar la acta de defunción en el Registro Civil, es decir, un mero trámite.
La doctora de 31 años y con ocho meses de embarazo había sido encontrada sin vida en su centro de trabajo. La Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género (FEM) había tomado el caso. En las investigaciones preliminares incluso se consideró al inicio que había fallecido por un paro cardíaco y que, al desfallecer, se había golpeado en el rostro y la nariz.
Sin embargo, los análisis periciales de la Fiscalía General del Estado (FGE) confirmaron de manera equívoca que se trataba de un crimen. De acuerdo con la vocería de la FEM, el presunto feminicidio habría ocurrido la noche anterior.
La FEM estableció que Karen Estrada no contaba con huellas visibles de violencia, salvo los golpes en la cara y nariz. “La necropsia que le fue practicada en el Servicio Médico Forense arrojó como resultado que la causa de la muerte fue por estrangulamiento”, afirmó la dependencia, en los primeros días del hallazgo del cuerpo sin vida.
Horas después, la FEM lanzó una de las primeras hipótesis sobre la muerte de la anestesióloga: “crimen pasional”. La dependencia afirmó que la necropsia practicada a la víctima fue muy específica y se estableció claramente que fue asfixia, seguían insistiendo.
Habían sido presentadas versiones alternas de aquella muerte: apuntaban que la anestesióloga murió de causas naturales o que había sido un suicidio, y que personal forense de la FGE había confundido las marcas de estrangulamiento con los intentos por reanimarla que se realizaron en el área de Urgencias del Christus Muguerza, luego de localizar el cuerpo en el área de descanso de los médicos.
Pese a ello, la FEM descartó aquella posibilidad.
La dependencia llamó a declarar a más de una decena de médicos y enfermeras del nosocomio privado, quienes laboraron durante el turno nocturno del 4 de agosto de 2018 hasta la mañana que fue Karen Estrada fue hallada sin vida.
Las líneas de investigación se mantuvieron vigentes, pero no había detenidos. La propia FGE informó a finales de octubre que el caso del presunto homicidio había concluído. Fue entonces cuando la FEM solicitó a la entonces Procuraduría General de la República (PGR) un nuevo estudio clínico a casi tres meses de los hechos
La PGR determinó después que hubo un error en la autopsia efectuada por un médico legista del Servicio Médico Forense. El análisis estableció que la causa de la muerte de Karen Estrada se derivó de una complicación generada por el embarazo de la anestesióloga y el consumo excesivo de un medicamento, y no por asfixia por estrangulamiento como quedó asentado en su acta de defunción.
El fiscal general, César Peniche, reconoció que no hubo evidencia para sostener que se trataba de un posible homicidio.
El funcionario declaró que se trató de un caso “complejo” y por ello lo manejaron con cautela, y que esa complejidad derivó en el hallazgo de medicamentos en su cuerpo y a que el cuerpo fue manipulado después de su muerte al intentar reanimarla.