Descuidos gramaticales que atraen a compradores
Martín escribe peculiares anuncios para vender sus productos
No es un descuido gramatical, es publicidad hecha a propósito la que realiza Martín Sánchez, de 73 años, quien durante toda su vida ha vendido todo tipo de artículos en el Centro Histórico y su peculiar forma de anunciarse lo ha hecho famoso y convertirse en uno de tantos personajes de la zona.
Lo curioso es que cuando instala su puesto a un lado de una tienda de botas en la calle Cuarta casi esquina con Victoria, también coloca carteles pequeños en los que se pueden leer algunas frases escritas con faltas de ortografía, totalmente intencionadas así como algunos muy coloquiales.
Vende todo tipo de mercerías, pilas, plumas, lentes de descanso y juguetes, entre otras cosas. Para quien pasa por ahí puede leer que los letreros dicen frases como “Le falla la luz corta?”, al referirse a la visión de cerca. “Si hay lentes pa ler, pal aigre, pal sol”; “lentes muy guenos”, entre otras leyendas que siempre llaman la atención.
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Es a propósito. Es que así habla la gente y pues ha servido para que se acerquen y vean si les gusta algo. Esto tiene mucho tiempo y parece que me ha funcionado. A veces me preguntan si sé que está mal escrito, yo les contesto que sí, que esa es la idea, algunos se ríen”, platicó el hombre, quien comentó que lleva más de 52 años de trabajo y siempre en la zona del primer cuadro de la ciudad.
A diferencia de otros anuncios que cometen el error, que algunos lo corrigen y otros simplemente lo dejan, Martín si se esmeró en escribir a propósito mal, pero con conciencia y cuenta que a veces se equivocaba y escribía el anuncio con gramática, por lo que tenía que volverlo a hacer. “También escribir así es difícil, no crea”, expresó el venerable comerciante.
Él lleva más de 50 años de casado, tiene nueve hijos y muchos nietos. Desde que era muy joven trabajaba como recepcionista en un hotel del Centro, luego comenzó con las ventas, de ahí no se detuvo y actualmente es uno de tantos personajes que describen la historia de este sector de la ciudad. (Juan Carlos Núñez / El Diario)
A veces me preguntan si sé que está mal escrito, yo les contesto que sí, que esa es la idea, algunos se ríen: comerciante