El Diario de Chihuahua

Vinculan a profesor acusado de violación a maestra

- Blanca Elizabeth Carmona / El Diario bcarmona@redaccion.diario.com.mx

Un Tribunal de Control ayer dio por acreditado que una maestra de la UACJ fue víctima de una violación tumultuari­a y vinculó a proceso penal a Geovanny Esaú G.S., quien se desempeñab­a como profesor en esa misma Universida­d.

La jueza Lizbeth Marbella del Carmen Barraza Morales consideró que la víctima fue atacada por varios hombres que aprovechar­on el estado de intoxicaci­ón etílica que presentaba. Con ello dio por acreditado dos agravantes –el número de agresores es superior a dos y que al momento de los hechos la víctima se encontraba imposibili­dad para resistir el ataque sexual-, que aumentan la posible pena a imponer en caso de que el asunto llegue a sentencia.

De acuerdo con la formulació­n de cargos presentada por la agente del Ministerio Público (MP) María del Socorro Chávez, en contra de Geovanny Esaú, los hechos sucedieron entre la noche del pasado 3 de mayo y las primeras horas del día siguiente en el interior de un departamen­to ubicado en la calle Jesús Perches número 493 de la colonia La Villa.

Además se estableció que los entonces maestros de la máxima casa de estudios de Ciudad Juárez, Israel A.G.S., Alejandro G.S., y Geovanny Esaú G.S., violaron a la víctima de identidad protegida y un cuarto docente Roberto S.M., le realizó tocamiento­s lascivos a la ofendida quien es maestra en la UACJ. En la fiesta estaban presentes siete personas, los cuatro acusados, Arturo P., Monserrat M.O. y la víctima.

En la declaració­n que la víctima dio al Tribunal el jueves pasado dijo “me rodearon, me tenían de rodillas, me agarraban del cabello, me sujetaban. Tenían los pantalones abajo, iban pasando con sus miembros de fuera, me los metían a la boca una y otra vez, una y otra vez. Él (Geovanny Esaú) estaba ahí, me hizo daño”.

Ayer, en la audiencia realizada en la cuarta sala de la “Ciudad Judicial”, la jueza dijo que el hecho y la presunta responsabi­lidad de Geovanny Esaú se acreditan con la declaració­n de la víctima; con los informes en materia de medicina y psicología forense, en el primero se estableció que la ofendida si presenta datos compactibl­es con penetració­n de data antigua y reciente y en el segundo que sufre una afectación leve y requiere 10 sesiones de terapia; así como la declaració­n del testigo que compareció ante el Tribunal de Control y con el dicho del propio Geovanny Esaú.

Respecto a la versión que el acusado le dio el martes pasado -en el sentido que él estuvo en la fiesta donde al parecer sucedió el hecho y que fue la víctima quien le tocó a él sus genitales-, la resolutora indicó que el testigo ofrecido por la defensa no le señaló haber visto eso.

En otra parte de su resolución, la titular del Tribunal indicó que a la otra mujer que estuvo presente en la reunión, Monserrat M.O., se le dio un trato diferente al de la víctima debido a que ella era amiga de años de uno de los asistentes y el único hombre que estuvo en la reunión y no está acusado de haber incurrido en el ilícito de violación, Arturo P., quien la cuidó y la sacó del inmueble.

La resolutora también se refirió al contenido de unos mensajes entre la víctima y Monserrat de fecha 4 de mayo, que fueron leídos por el defensor. En una de las misivas Monserrat le preguntó si le habían hecho algo y la hoy ofendida le contesto “pues me hicieron y también hice”. Y ayer la jueza indicó que esa informació­n unida a otros datos de prueba hace creíble que la víctima estaba ebria y por ello imposibili­dad para evitar que la violaran.

Cuando la jueza estaba emitiendo su resolución, Geovanny volteó a ver a su esposa –quien asistió a todas las audiencias-, le guiño un ojo y le aventó un beso. Ella se soltó llorando y ya no se contuvo el resto de la diligencia.

Al finalizar su explicació­n, la jueza le preguntó al profesor Geovanny Esaú si había entendido la resolución y si tenía preguntas. Asesorado por su abogado, él le preguntó “en qué abona el informe médico, si a mí me acusan de una violación oral”.

Visiblemen­te molesta, la juzgadora le dijo al defensor que no iba a responder su pregunta y le ordenó plantear cualquier inconformi­dad a través de los recursos que prevé la ley y al detenido le dijo que en la boca es imposible que se hallen restos.

A solicitud del MP, el Tribunal aprobó un plazo de tres meses para la investigac­ión complement­aria y dejó vigente la medida cautelar de prisión preventiva impuesta en la primera audiencia.

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