En sus mejores tiempos era utilizado por las altas jerarquías de la sociedad
Auditorio municipal; símbolo de los años 70
El Auditorio Municipal “Luis H. Álvarez” es uno de los espacios públicos más representativos de la ciudad de Chihuahua, que fue todo un ícono de los años 70, cuando tuvo mucho auge por su arquitectura y utilizada para eventos de alta categoría.
El recinto ubicado en la calle Miguel Ángel Olea 211, entre Albino Mireles y avenida Cuauhtémoc, a un costado del Parque Infantil, es un referente de la zona cercana al Centro de la ciudad, así como punto de reunión.
Generalmente siempre tuvo el exterior en color claro, blanco aperlado, con arcos en el pórtico, que eran estilos muy frecuentes usados en aquella década. Tiene columnas en la fachada, gran ventanal de acceso, la taquilla al lado así como la iluminación y ventilación en vertical.
Para el público, cuenta con 993 butacas en cuatro secciones. Para quien se presente cuenta con dos camerinos, espacio entre telones y área para guardar escenografía, sonido y luces. Tiene iluminación blanca general para el escenario y algunas de colores. El templete tiene dos salidas de escaleras y dos rampas para ingresar al escenario de duela.
Dicho espacio fue muy frecuentado en aquello años para eventos de personas de alta jerarquía como políticos, intelectuales y empresarios, ya que era muy similar a un teatro convencional, pero con mayor atractivo, además de tener estacionamiento propio.
Conforme pasaron los años, se abrió al resto del público para eventos más sencillos como graduaciones, presentaciones escolares, actos de grupos sociales, muestras de bailes, congresos y conferencias, además hasta la fecha es la sede para el sorteo del Servicio Militar Nacional (SMN) que hace la Quinta Zona Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a los que ya cumplieron 18 años.
También ha sido sede de parte del Festival Internacional Chihuahua (FICH) y de actividades del actual Festival Internacional de la Ciudad de Chihuahua (Ficuu) con bailables, shows, conciertos pequeños y cantantes locales. Gracias a la apertura de las administraciones municipales, cuyo costo de renta fue más favorable, aunque siempre para un horario más temprano que un teatro convencional, se ha podido mantener vigente.
No obstante, ya no funciona para eventos artísticos como antes, ya que para el Municipio el Teatro de la Ciudad, el cual fue rescatado del antes Cine Colonial, ha sido más atractivo para presentaciones.
Las deficiencias son que ya no se cuenta con consola de sonido e iluminación frontal, no cenitales especiales aunque las piernas del escenario aún facilitan alguna escenificación
Este recinto que se volvió un ícono de la era moderna poco a poco se desvirtuó al olvidar que puede ser todavía un espacio muy atractivo, aún más de lo que se utiliza actualmente.