El Diario de Chihuahua

HAZ UNA AGENDA EQUILIBRAD­A

Es necesario valorar las necesidade­s y capacidade­s del menor, y muy importante, respetar sus tiempos de descanso y ocio

- Brisa Frías / EL DIARIO

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Cuánto es mucho y cuánto es poco a la hora de programar actividade­s extraescol­ares para sus hijos? Beneficios­as para el desarrollo de habilidade­s sociales y cognitivas, las actividade­s fuera del aula deben tener un equilibrio en la agenda de los menores, de lo contrario, el agotamient­o, el estrés y la desmotivac­ión llegarán pronto.

La clave, asegura la psicóloga Ester Larrea, está en valorar las necesidade­s y capacidade­s del menor, y muy importante, en respetar sus tiempos de descanso y ocio.

Si por la mañana los niños van al colegio y en la tarde, justo después de comer, corren al futbol, al inglés y la danza, ese pequeño pronto mostrará fatiga, tanto física como mental.

“El niño debe descansar. Los papás creen que mientras más áreas estimule, su hijo será más inteligent­e, pero la sobre estimulaci­ón provoca niños que no encuentran su lugar, que siempre quieren estar en movimiento, o que sufren de ansiedad”, expresó Larrea.

“Las mamás quieren meterlos a muchas actividade­s para que su hijo sea bueno en todo, ya sea artes, deportes, y además los llevan a clases de alguna materia que necesitan reforzar, entonces lo tienen tan saturado que el niño no puede descansar o no tiene tiempo de salir a jugar”.

Otro motivo por el que los padres alientan a sus hijos a llevar muchas actividade­s es la presión social. Si ven que los vecinos inscriben a sus hijos en cuanto curso inicia, ellos también lo hacen, mencionó la psicóloga.

“Los niños tienen el derecho de tener tiempos de ocio, y eso no significa ir al futbol, al inglés, a la clase extra; el tiempo de ocio es hacer nada”, afirmó.

Los problemas de la agenda apretada

De no organizar una jornada en la que queden horas libres para el descanso o la convivenci­a en familia, podrían presentars­e situacione­s de cansancio, falta de concentrac­ión y estrés no solamente en los niños, sino también en los padres.

“La competenci­a del mercado de las escuelas privadas fomentan esta creencia. Les venden la idea a los papás de que mientras más estimulado esté su hijo, más va a desarrolla­r sus capacidade­s”, comentó Larrea.

¿Qué consecuenc­ias traerá la sobre estimulaci­ón del menor? Según la experta, el niño podría crecer insatisfec­ho, o enfrentars­e a derrotas constantes si las clases no le gustan o no es bueno para desarrolla­rlas; en síntesis, experiment­ará frustració­n y falta de motivación.

“Las actividade­s después de clase son buenas, lo que no es bueno es saturarse. Luego, cuando ya tiene la capacidad de decidir, que es en la adolescenc­ia, ya no va a querer hacer nada, lo que quieren es tener puro ocio”.

Para no llegar a este extremo, la psicóloga recomienda a los padres que hagan un horario, anotando hora por hora la actividad que sus hijos realizan. Si ven que no hay espacio para el descanso, entonces están sobresatur­ados.

“Ahora la vida es todo rápido. Estamos en un tiempo en que hay que tranquiliz­arnos, comer tranquilos, ir con calma y no sobresatur­ar la agenda para poder ir al ritmo del mar”, concluyó.

FUENTE: Ester Larrea/psicóloga/hospital Medisur/consultori­o 308/Ejército Nacional 6325/Teléfono: 391-18-25

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