Se desarrollan lobos mexicanos de Chapultepec
Ciudad de México-- Akbal, Aruma, Kilay, Seti, Hasen y Soona son los nombres que recibieron los seis cachorros de lobo mexicano que nacieron en el Zoológico de Chapultepec, luego de la consulta que lanzó la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.
Hace tres meses, el 11 de mayo de 2019, nacieron estos seis lobitos mexicanos en el Zoológico de Chapultepec, gracias al Programa Binacional México – Estados Unidos para la Recuperación del Lobo Mexicano.
Akbal, Aruma, Kilay, Seti, Hasen y Soona son hijos de Seje –una hembra de 7 años de edad– y Rhi –un macho de 5 años–. Los bebés de lobo mexicano son cinco hembras y un macho; hoy cumplen su tercer mes de vida y gracias a la participación de las y los capitalinos hoy reciben un nombre.
El lobo mexicano es una especie que desde los años 50 fue perseguida, cazada y envenenada por la humanidad, lo que casi provoca su extinción en los años 70. Actualmente, actividades como la cacería aún amenazan a esta especie.
Este nacimiento representa una esperanza para la conservación del lobo mexicano y un logro para los Zoológicos de la Ciudad de México, que todos los días trabajan por la conservación y cuidado de las especies que en ellos habitan.
Desde mayo pasado, el zoológico de Chapultepec tiene nuevos inquilinos. Se trata de los hijos de Seje y Rhi, una pareja de lobos mexicanos que el 12 de mayo se convirtieron en padres de seis cachorros: cinco hembras y un macho.
Los recién nacidos son juguetones, curiosos y están aprendiendo a diario a trabajar en equipo. Y es que en la comunidad y en la colaboración es que los lobos encuentran su mayor herramienta para sobrevivir.
Fue precisamente una iniciativa en conjunto entre México y Estados Unidos la que salvó de la extinción al lobo mexicano (Canis lupus baileyi) y hoy permite que en el corazón de la Ciudad de México, una nueva familia esté creciendo.
Los pequeños lobos han comenzado ya con el proceso de destete, sin embargo por su corta edad, sus papás les ayudan regurgitando parte del alimento que ellos comen para que lo puedan ingerir sus crías.