Parque Santo Niño, un oasis para pericos
Es considerada una especie invasora
Decenas de pericos llevan algunos años posándose en los árboles del Parque Santo Niño, donde se pueden apreciar en las ramas de los árboles y que han encontrado un oasis para anidar, lo que se ha convertido en todo un espectáculo visual en esta área verde de la ciudad.
Los llamados loros monje, son especies invasoras ya que vienen de climas selváticos; sin embargo, lograron adaptarse al clima extremo de Chihuahua, por lo que ya se pueden ver con mayor presencia en otros puntos de la ciudad, además de la colonia donde está el parque mencionado.
El ahora lugar de las aves está ubicado entre las calles 31a y 33a, colindantes con la José María Marí y la Escudero, que a pesar de la presencia de algunas personas ajenas a las colonias, como indigentes, migrantes y otros que han cometido algún delito, dicho espacio es de los más bellos por su flora verde y la atención que los mismos vecinos le han dado, limpieza y riego, algo que las aves agradecen.
A pesar de que se les ha visto en otras partes, el parque fue el primer lugar en el que desde el 2011 se identificó como especie invasora y que continuamente se tenían avistamientos. Se cree que alguna pareja de estas aves se escaparon de una jaula y posteriormente comenzaron a reproducirse. Encontraron la temperatura, comodidad y forma de sobrevivir en este parque, que hasta la fecha ha sido su hogar.
Según se ha dicho, estos pericos suelen ser molestos por sus graznidos ruidosos y muerden cables de la luz; sin embargo, nunca se han reportado problemas relacionados con ellos, pero sí personas que los han molestado o querido atrapar.
Actualmente, la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología, en coordinación con la empresa de servicios Ingeniería Ecológica y Desarrollo Sustentable S. C., trabaja en el monitoreo de la especie Myiopsitta Monachus, también conocido como perico monje, especie exótica invasora, mediante el programa de Guardián Ecológico. En este año, se han detectado 16 nidos, la mayoría en el parque nombrado.
Esta especie es nativa de Sudamérica, en donde se distribuye desde la parte central de Bolivia y el sur de Brasil hasta el centro de Argentina y es considerada como una especie exótica invasora, ya que ha podido establecer poblaciones en países de América como Canadá, Estados Unidos, México, Puerto Rico, las Bahamas y las Islas Caimán.
Por su parte, Diana González López, subdirectora de Ecología en el Municipio de Chihuahua, destaca que dada su habilidad para adaptarse a distintos tipos de clima y a su dieta tan variada, es una especie cuya presencia ha sido detectada en la capital, destacando la importancia de realizar monitoreos constantes y permanentes, ya que de acuerdo a la Comisión Nacional de la Biodiversidad una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en todo el mundo son las especies invasoras, ya que cuando éstas logran superar barreras ambientales, llegan a reproducirse y establecer una nueva población viable fuera de su área de distribución natural que con el paso de varios años, puede modificar drásticamente su nuevo entorno.
“La ley general de vida silvestre establece que una población o un ejemplar exótico es aquél que se encuentra fuera de su ámbito natural y que pueden tornarse perjudiciales para las especies locales, pudiendo alterar o modificar al entorno natural y el resto de especies que si pertenecen a la capital, por lo que se debe tener en cuenta el cuidado adecuado”, explicó la funcionaria municipal.
Esta especie se registró por primera vez en México en 1999 a partir de entonces se ha reportado en la Ciudad de México y áreas adyacentes y en los estados de Puebla, Chiapas, Michoacán, Baja California Sur, Querétaro, Guanajuato, Morelos, Chihuahua, Veracruz, Guerrero y estado de México. (Juan Carlos Núñez /