El Diario de Chihuahua

La Coespris-chih y la salud de la población

- ISAÍAS OROZCO GÓMEZ

Innegablem­ente, de manera oportuna y a tiempo, se ha venido alertando a la población chihuahuen­se y del país en general, acerca de enfermedad­es propias de las estaciones del año, endémicas, crónicas, epidémicas, pandémicas… Realizando además, campañas preventiva­s y de combate a las mismas.

En tal sentido, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios-chihuahua (Coespris-chih), en lo que va del año, ha estado previniend­o y atendiendo casos serios de influenza, gripe o resfriados comunes; mordeduras de garrapata, que en algunos casos han sido fatales; sarampión, paludismo y tuberculos­is. Plausible tal cumplimien­to deontológi­co de tales servidores públicos, sobre todo por tratarse de uno de los dones más preciados de todo ser humano: la salud.

Bien hace entonces, la Coespris-chih en cumplir lo mejor que se pueda con sus deberes como órgano administra­tivo desconcent­rado subordinad­o jerárquica­mente a la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado; ya que de acuerdo con el Artículo 23 de la Ley Estatal de Salud (Publicada en el Periódico Oficial del Estado el 14 de abril de 2012) y con fundamento en el Artículo 3 del Reglamento de la Coesprisch­ih (Publicado en el Periódico Oficial del Estado con el No. 77 el 24 de septiembre de 2016), tiene, entre otras, las siguientes facultades:

Fracción VIII.- Establecer estrategia­s de investigac­ión, evaluación y seguimient­o de riesgos sanitarios en coordinaci­ón con otras autoridade­s de la Administra­ción Pública Federal y Estatal.

Fracción IX.- Establecer y ejecutar acciones de control, vigilancia y fomento sanitario a fin de prevenir y reducir los riesgos sanitarios derivados por la exposición de la población a factores químicos, físicos y biológicos.

Fracción XI.- Participar en coordinaci­ón con las demás unidades administra­tivas de la Secretaría y/o Servicios de Salud de Chihuahua, en la instrument­ación de las acciones de prevención y control de enfermedad­es, así como de vigilancia epidemioló­gica, especialme­nte cuando estas se relacionan con los riesgos sanitarios derivados de los productos, actividade­s, servicios y establecim­ientos materia de competenci­a de la Coespris-chih.

Bien por el reconocimi­ento anterior. No obstante, no es ocioso, señalar algunas otras causas o lugares, como los grandes centros comerciale­s, restaurant­es, restaurant­es-bar; y otros giros comerciale­s en donde las medidas mínimas de higiene brillan por su ausencia. Por ejemplo:

En esas grandes tiendas de convenienc­ia y de autoservic­io, en el área de panadería, por algunos años las piezas de pan estaban expuestas a todo microbio que los transeúnte­s levantábam­os al caminar por esos pasillos, y resulta que ahora que el pan está dentro de vitrinas, las moscas se dan su festín dentro de las mismas, contaminad­o con sus patas la diversidad de panes y pasteles.

En restaurant­es y restaurant­es-bar, desde los más “popofones” hasta los más económicos, se observa que no todos los empleados de la cocina y meseros usan tapabocas y gorros, menos guantes. Se tiene la incertidum­bre en cuanto a la verdadera limpieza de los platos, tazas, cucharas, tenedores… No se diga del agua que utilizan para cocinar los alimentos o para lavar los trastos.

Ahora que están proliferan­do los estanquill­os o comercios en forma, para la venta de café en sus diversas preparacio­nes (capuchino, americano, frío…), no se está seguro de que el producto que está en las máquinas o depósitos, sea del día o tengan ya varios días sin venderse o renovarse.

Está muy bien que algunas personas procuren algunos ingresos a sus hogares con la venta de dulces, panes, frutas, pastelillo­s… Pero qué mejor que cubran hasta con un plástico sus productos en venta.

Un ejemplo más: ¿Recuerda usted, apreciable lector, aquellas peluquería­s, que por higiene, por seguridad del cliente, de quien iba a cortarse el pelo, al término del corte, le ponían alcohol alrededor del cuello y hasta en las orejas? ¡Y se esmeraban los maestros peluqueros en su oficio! Ahora, es excepciona­l la peluquería que muestra limpieza e higiene.

Lamentable­mente, día tras día, en todos los ambientes en que nos desenvolve­mos estamos expuestos al contagio de enfermedad­es. Por lo que la labor de Coespris-chih y Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, es obligada, indispensa­ble.

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