Ligan 11 bajas ventas de autos
La comercialización de vehículos ligeros nuevos fue por 130 mil 448 unidades en diciembre del 2019, lo que representa una caída del 8.3%, en tanto el acumulado de ventas anual fue por un millón 317 mil 727 unidades, lo que representa una caída de 7.7% respecto a 2018, informó ayer la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Guillermo Rosales, director general, declaró que con este resultado se ligan 31 meses con cifras negativas y se confirma la situación de crisis que vive el mercado interno automotor.
Adelantó que la expectativa para el 2020 se sigue ubicando en terreno negativo, estimándose que pueda ocurrir una caída cercana al 2% durante el año en el número de vehículos nuevos comercializados en México.
Guillermo Rosales, precisó que los distribuidores de automotores estiman que en 2020 se estaría tocando fondo en esta fase negativa y se dará paso a un periodo de estabilidad sin que ello represente una rápida recuperación a los niveles de demanda registrados entre los años 2014 a 2016. Manifestó su preocupación por el mayor deterioro que puede tener el mercado automotor si no se coordinan acciones de impulso entre el gobierno federal y el sector automotor y las consecuencias negativas en materia de empleo, inversión y de transmisión a otros rubros de la economía nacional.
Rosales reconoció la decisión del Presidente Andrés Manuel López Obrador de prorrogar el Decreto que regula la importación definitiva de vehículos usados durante el 2020 debido a que con ello se mantendrá un control en el flujo de automotores usados provenientes de EU, generalmente en condiciones de deterioro extremo que condicionan precios por debajo del valor comercial y deprimen el mercado nacional.
Planteó que en medio de la crisis del sector, de haberse flexibilizado la importación de vehículos usados hubiera significado un duro golpe al mercado automotor. Sin embargo, manifestó finalmente que esto no es suficiente y urge impulsar la renovación del transporte público y de las micro y pequeñas empresas mediante un robusto programa de financiamiento y de apoyos complementarios en el que participen la banca de desarrollo y el sector financiero.