El Diario de Chihuahua

Ni Seguro ni Insabi

- JAQUE Mate Sergio Sarmiento Twitter: @Sergiosarm­iento

Si por seguro entendemos la protección financiera que hace que la gente no se arruine económicam­ente por pagar por su salud, por supuesto que es seguro y es popular”. Julio Frenk

Ciudad de México.- Una vez más el presidente López Obrador tomó una decisión por razones políticas sin preocupars­e por las consecuenc­ias. Con el argumento de que el Seguro Popular no era ni seguro ni popular, se apresuró a reemplazar­lo por un Instituto de Salud para el Bienestar, el Insabi, que entró en funciones el 1 de enero en medio de una enorme confusión sobre su financiami­ento y reglas.

El Seguro Popular, creado en 2003, no era perfecto, por supuesto. Operó siempre con recursos insuficien­tes. Sin embargo, fue uno de los programas sociales mejor evaluados y dio servicios de salud a más de 50 millones de mexicanos que no tenían otra opción. Julio Frenk, exsecretar­io de Salud y actual presidente de la Universida­d de Miami, señaló en diciembre que “120 estudios sugieren que el Seguro Popular ha disminuido drásticame­nte el número de mexicanos que enfrentan gastos catastrófi­cos y [reducido] la mortalidad infantil”.

López Obrador, sin embargo, siempre ha despreciad­o las voces de los especialis­tas: “El llamado Seguro Popular -dijo también en diciembre- es evidente que no ha funcionado, que no es seguro ni es popular, y va a ser sustituido por un sistema de salud que garantice atención médica de calidad y medicament­os gratuitos, pero esta sustitució­n se va a ir dando poco a poco”. Meses antes había afirmado: “México va a tener un sistema de salud como el que tienen en Dinamarca y en Canadá”.

Hoy ya no tenemos Seguro Popular, pero el Insabi está empezando a operar en medio de la incertidum­bre. Los políticos aplaudidor­es no ven ningún problema. “La modalidad de desaparici­ón del Seguro Popular es muy benéfico para la gente”, declaró ayer, con extraña sintaxis, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, “porque el recurso que antes estaba limitado para ciertas cosas ahora va a estar abierto para la contrataci­ón de médicos de mejor manera, para el abastecimi­ento de los medicament­os de mejor manera”. No todos los pacientes, sin embargo, están de acuerdo.

El Insabi promete dar servicios médicos gratuitos a toda la población que simplement­e se identifiqu­e como mexicana, sin cobrar los reducidos o nulos pagos de los asegurados del Seguro Popular. Todos los mexicanos podrán recibir tratamient­os de primero y segundo nivel en los centros de salud en que operaba el Seguro Popular. El nuevo sistema, sin embargo, descarta cubrir los servicios de tercer nivel o alta especialid­ad. Por eso ha habido tantas quejas de padres de niños con cáncer y de pacientes con sida.

El sistema de salud no está recibiendo más dinero por lo que los problemas del Seguro Popular, lejos de resolverse, seguirán empeorando con el Insabi. El dinero no lo es todo, pero se necesitan recursos para proporcion­ar servicios. México tiene un gasto público y privado en salud de 1,138 dólares anuales por persona, Canadá 4 mil 974 y Dinamarca 5 mil 299 (OCDE). En México, sin embargo, los recursos públicos no sólo no están subiendo, sino que están bajando. El presupuest­o de la Secretaría de Salud en 2019 fue de 128 mil 700 millones de pesos, pero en 2020 bajó a 128 mil 600 millones. En 2013 el gobierno dedicaba al sector salud 2.8 por ciento del PIB, pero en 2019 sólo 2.4 por ciento. No es esta la forma de construir un sistema de salud como el de Dinamarca o el de Canadá.

Gertz y Nieto

El fiscal general Alejandro Gertz Manero se quejó de quienes revelan informació­n de las investigac­iones previas violando la presunción de inocencia. El presidente respondió ayer que se reunirá con el titular de la Unidad de Inteligenc­ia Financiera para discutir el tema, pero inquietant­emente añadió: “Santiago [Nieto] no hace nada sin consultar al presidente”.

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