¿Independencia económica?
Londres— El príncipe Enrique y su esposa Meghan Merkle dicen que quieren tener "independencia económica" de la realeza británica. Esa independencia, no obstante, es un tema complejo y no implica necesariamente que dejarán de recibir dinero de la familia real.
Al hacer su sorpresivo anuncio de que piensan tomar distancia de la realeza, Enrique y Meghan dijeron que se proponen trabajar para ganarse la vida al tiempo que siguen apoyando el trabajo de la reina Isabel II, la abuela de Enrique. Eso plantea algunos problemas, según observadores de la realeza.
Harry, quien tiene 35 años, y Meghan, de 38, dicen que no quieren recibir más dinero de los contribuyentes, los cuales costean el 5% de las operaciones de la familia real. Pero podrían seguir recibiendo fondos del padre de Enrique, el príncipe Carlos, dueño de una vasta fortuna en tierras y propiedades del Ducado de Cornualles.
El grueso de los gastos de
Enrique y Meghan los costean los fondos que aporta Carlos, cuya fortuna financia las actividades propias y de su esposa Camilla, y las de sus hijos Guillermo y en Enrique.
El Ducado de Cornualles fue establecido en 1337 y sus estatutos, que datan de la época medieval, estipulan que Carlos no puede vender ninguno de sus bienes, pero tiene derecho a los ingresos que generan, que el año pasado fueron de unos 21,6 millones de libras (28,2 millones de dólares).
Enrique y Meghan podrían dejar de recibir dinero de los contribuyentes pero seguir viviendo de lo que les da Carlos, y argüir que tienen independencia económica del estado.
Enrique y Meghan tienen además bienes propios. Enrique heredó unos 9 mdd de la princesa Diana, que han estado generando intereses, y dinero de su bisabuela. Meghan se hizo millonaria como protagonista de la serie Suits.