La “nueva normalidad”, que algunos quieren
Ciudadanos temerosos que “toleran” que se violen sus derechos; jóvenes encerrados viviendo una “realidad virtual”; amas de casa que cada día pagan más por productos que comerciantes alevosos incrementan sin que nadie ponga un freno; niños que desconocen si podrán volver a sus aulas y políticos encantados de que sólo se hable del Covid 19 y no de los graves problemas que aquejan a la comunidad… esa es la “nueva normalidad” que algunos quisieran pero no debemos tolerar.
Los “tapabocas” que nos obligan a usar, pareciera que no sólo son para evitar contagios, sino también para aceptar en silencio todos esos excesos que están cambiando radicalmente nuestra forma de vivir, de convivir.
Es cierto, esta pandemia cambió radicalmente nuestra forma de vivir, pero no debe ser esta nueva realidad el pretexto para restringir nuestra libertad, esos derechos que por décadas costó mucho construir y hoy se ven encerrados.
En nuestro lenguaje las frases de “la nueva normalidad”, “ya nada será igual”, “tiempos sin precedentes”, “nada es seguro”, “incertidumbre” y otras más, han ocupado nuestro tiempo, y quiérase o no, es necesario reflexionar qué tenemos que hacer.
Desde luego ya sea el ocio, la comodidad de la casa y hasta la reflexión del tiempo libre, ha llevado a muchos a dar consejos de cómo enfrentar la situación, consejos que para la gran mayoría no tienen sentido, porque la realidad les dice que es necesario activarse económica, física y emocionalmente.
Aquí en Chihuahua, el gobernador del estado, Javier Corral Jurado entró de lleno a la moda de sólo hablar de la pandemia: todas sus intervenciones giran en lo mismo, mientras la delincuencia se incrementa, los crímenes siguen a la alza y hasta atentados contra los cuerpos policiacos parecen no ser importantes, eso sin contar con la creciente deuda pública para la cual ya no pide autorización del Congreso, total, la población se encuentra confinada y con tapa bocas.
En una semana, nuestro estado como gran parte del país, claro si nuestros políticos no cambian de idea, habremos de entrar a un regreso paulatino de las actividades económicas, la Minería, construcción, fabricación de equipo de transporte, producción de cerveza y sus cadenas de distribución, todo bajo supuestos protocolos para cada actividad económica con medidas de salud pública en el trabajo, reglas de operación con flujos, distribución de empleados y clientes y señalización para cada uno.
Será interesante observar y analizar cómo pueden controlar esta situación, porque por más que obliguen a las empresas a implementar dichas medidas de seguridad y salud, se observa complicado que una empresa maquiladora con miles de trabajadores de pronto pueda mantenerlos en esos comedores comunitarios en distancias de dos y tres metros, o bien movilizarlos en camiones con sólo la tercera parte del pasaje.
Con respecto al consumo, los especialistas observan que existen prioridades de gasto, donde las mercancías de lujo han cambiado por productos de subsistencia del día a día, como insumos de higiene necesarios y alimentos, donde no todos tienen la capacidad de tener grandes alacenas llenas.
Pero los bienes de lujo no sólo es porque la gente tenga conciencia de no gastar, el problema es la caída de los ingresos a todos los niveles, lo que habla del grave problema económico que se avecina, por lo que sin duda, el coronavirus ha transformado nuestra manera de comprar y también nuestras prioridades de consumo.
Sin duda el gran reto es la educación, ahí dígase lo que se diga, existe una total anarquía, donde los maestros hacen lo que pueden para que los niños y jóvenes no pierdan su avance escolar, pero la realidad les ha confirmado que simplemente habrán de pasar a todos de grado escolar.
A nivel global, se habla que ante la pandemia se ha registrado un considerable crecimiento y adopción en tecnología educativa, donde se proyecta que el mercado general para la educación en línea alcanzaría los $350 mil millones de dólares para el año 2025, con aplicaciones de idiomas, tutoría virtual, herramientas de videoconferencia, software de aprendizaje en línea, automatización y herramientas de manejo de data, pero sabe qué, para la educación pública en México esto está muy lejano a convertirse en una realidad.
Para la autoridad educativa, el ciclo escolar lo salvaron ¡las madres!, cuando reconoce el propio Secretario de Educación Esteban Moctezuma que el 80 por ciento del aprendizaje en casa es gracias al esfuerzo que realizan.
Así se observa nuestra “nueva realidad”, que en serio ojalá no nos acostumbremos, porque será la de una sociedad aislada, temerosa y sobre todo, conformista con lo que los políticos determinen.