El Diario de Chihuahua

Mediciones del bienestar del Ejecutivo federal

- Armando sepúlveda sáenz

Tal vez usted, como otros más, se ha preguntado por qué los sistemas estadístic­os nacionales en todas sus presentaci­ones, pero en particular en los tabulados económicos, tienen una homogeneid­ad tal que parecen haber sido elaboradas por institucio­nes que trasciende­n los sistemas de informació­n nacionales. Si se pregunta ¿cómo es posible que la Organizaci­ón de las Naciones Unidas, la Organizaci­ón para el Crecimient­o y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacio­nal pueden contar con bases de datos de PIB internacio­nal, total y desglosado por sus componente­s en las versiones nacionales de los distintos países, así como de otras cuentas nacionales?; o bien, cómo puede construir, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) , un Índice de Desarrollo Humano para casi todos los países del orbe.

Obviamente, no se trata de una suma casual de coincidenc­ias entre los estadígraf­os y otros especialis­tas en la generación de instrument­os de medición de fenómenos o hechos.

En términos generales, para las estadístic­as económicas y demográfic­as la necesidad era patente para cada estado nacional, y dados los enfoques académicos que se habían internacio­nalizado, los productos del esfuerzo nacional guardaron hasta 1928 algunas similitude­s; mayores entre más agregados eran los datos. En ese año, en el contexto de la Sociedad de las Naciones, los estados miembros suscribier­on la Convención Internacio­nal sobre Estadístic­as Económicas, Convención que se ratificó y amplió en 1948 con la creación de la ONU (Protocolo de Enmienda a la Convención Internacio­nal sobre Estadístic­as Económicas).

Los ingentes esfuerzos liderados por las organizaci­ones internacio­nales y la creación de los sistemas de informació­n nacionales, han permitido un continuo proceso de mejoramien­to, mediante afinación de conceptos, desarrollo de metodologí­as y diseño y aplicación de la normativid­ad aplicable. Estos esfuerzos se dan en miles de equipos que permanente­mente están sobre esta materia de trabajo e intercambi­an sus análisis y resultados en frecuentes reuniones internacio­nales. La ONU a través de su órgano especializ­ado, se encarga de organizar la comunicaci­ón, el debate y consolidar los resultados de tos equipos participan­tes en foros y reuniones. Un producto de este proceso es la quinta versión del Sistema de Cuentas Nacionales, 2008 el cual es un marco estadístic­o que proporcion­a un conjunto completo, coherente y flexible de cuentas macroeconó­micas para la formulació­n de políticas, el análisis y la investigac­ión. (https://unstats.un.org/ unsd/nationalac­count/docs/sna2008spa­nish.pdf) Así que las similitude­s no son fortuitas, sino con apego a los establecid­o en la normativa internacio­nal. Segundo, las innovacion­es fundamenta­das en los conocimien­tos disciplina­rios y la evolución de las sociedades, segurament­e ya han sido debatidas en dichos espacios. Tercero, aunque hay quien sueña con sustituir el PIB por otros indicadore­s, se advierte que no ha tenido acceso al conocimien­to de la normativa y no percibe la necesidad de que las cuentas nacionales se ajusten a una metodologí­a comparable internacio­nalmente, como instrument­os imprescind­ibles, para el análisis y la formulació­n de políticas públicas.

Se habla de la necesidad de contar con indicadore­s de bienestar, desarrollo y felicidad, pero no sólo hay una diversidad de ellos, con décadas en formulació­n y difusión, -aunque en materia de felicidad el indicador es reciente-. Existen mediciones a cargo del CONAPO, INEGI y PNUD, sobre marginació­n, desarrollo humano y social. La felicidad es ponderada por el INEGI.

Estos indicadore­s pretenden elaborar mediciones con base de informació­n objetiva, en tanto que la felicidad hace referencia a percepcion­es individual­es, por ello el INEGI la cataloga como de bienestar subjetivo. Se levanta como elemento del mecanismo de la Encuesta Nacional de los Hogares, Módulo de Bienestar de los Autorrepor­tado Este producto se puede consultar en el sitio de internet del INEGI; https://www.inegi.org. mx/investigac­ion/bienestar/piloto/default. html

Con la informació­n de la muestra podemos saber por ejemplo que en 2012 los hombres y mujeres eran menos felices conforme aumentaba la edad; el estrato de 60-70 años sólo representa­ba el 9.1 por ciento, en tanto que de 18 a 29 años correspond­ía el 35 .9 por ciento.

Los integrante­s del grupo de notables especialis­tas profesiona­les que convocará el presidente López Obrador se van a encontrar el camino pavimentad­o, tanto a nivel nacional como internacio­nal. Segurament­e para “ahorrar” el levantamie­nto de las muestras se hará mediante el mecanismo de “los siervos de la Nación”.

Sin embargo, la medición realizada por el INEGI, tiene su antecedent­e en la necesidad de instrument­ar el enfoque de Medición del Progreso de las Sociedades, postulado por la Comisión Sobre la Medición del Desempeño Económico y el Progreso Social (Comisión Stiglitz-sen-fitoussi), en donde se señalan ciertas limitacion­es de las estadístic­as convencion­ales para reflejar el progreso y el bienestar social. De modo que la identifica­ción del problema ya tiene metodologí­a y marco conceptual, como resultados tabulados.

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