Mediciones del bienestar del Ejecutivo federal
Tal vez usted, como otros más, se ha preguntado por qué los sistemas estadísticos nacionales en todas sus presentaciones, pero en particular en los tabulados económicos, tienen una homogeneidad tal que parecen haber sido elaboradas por instituciones que trascienden los sistemas de información nacionales. Si se pregunta ¿cómo es posible que la Organización de las Naciones Unidas, la Organización para el Crecimiento y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional pueden contar con bases de datos de PIB internacional, total y desglosado por sus componentes en las versiones nacionales de los distintos países, así como de otras cuentas nacionales?; o bien, cómo puede construir, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) , un Índice de Desarrollo Humano para casi todos los países del orbe.
Obviamente, no se trata de una suma casual de coincidencias entre los estadígrafos y otros especialistas en la generación de instrumentos de medición de fenómenos o hechos.
En términos generales, para las estadísticas económicas y demográficas la necesidad era patente para cada estado nacional, y dados los enfoques académicos que se habían internacionalizado, los productos del esfuerzo nacional guardaron hasta 1928 algunas similitudes; mayores entre más agregados eran los datos. En ese año, en el contexto de la Sociedad de las Naciones, los estados miembros suscribieron la Convención Internacional sobre Estadísticas Económicas, Convención que se ratificó y amplió en 1948 con la creación de la ONU (Protocolo de Enmienda a la Convención Internacional sobre Estadísticas Económicas).
Los ingentes esfuerzos liderados por las organizaciones internacionales y la creación de los sistemas de información nacionales, han permitido un continuo proceso de mejoramiento, mediante afinación de conceptos, desarrollo de metodologías y diseño y aplicación de la normatividad aplicable. Estos esfuerzos se dan en miles de equipos que permanentemente están sobre esta materia de trabajo e intercambian sus análisis y resultados en frecuentes reuniones internacionales. La ONU a través de su órgano especializado, se encarga de organizar la comunicación, el debate y consolidar los resultados de tos equipos participantes en foros y reuniones. Un producto de este proceso es la quinta versión del Sistema de Cuentas Nacionales, 2008 el cual es un marco estadístico que proporciona un conjunto completo, coherente y flexible de cuentas macroeconómicas para la formulación de políticas, el análisis y la investigación. (https://unstats.un.org/ unsd/nationalaccount/docs/sna2008spanish.pdf) Así que las similitudes no son fortuitas, sino con apego a los establecido en la normativa internacional. Segundo, las innovaciones fundamentadas en los conocimientos disciplinarios y la evolución de las sociedades, seguramente ya han sido debatidas en dichos espacios. Tercero, aunque hay quien sueña con sustituir el PIB por otros indicadores, se advierte que no ha tenido acceso al conocimiento de la normativa y no percibe la necesidad de que las cuentas nacionales se ajusten a una metodología comparable internacionalmente, como instrumentos imprescindibles, para el análisis y la formulación de políticas públicas.
Se habla de la necesidad de contar con indicadores de bienestar, desarrollo y felicidad, pero no sólo hay una diversidad de ellos, con décadas en formulación y difusión, -aunque en materia de felicidad el indicador es reciente-. Existen mediciones a cargo del CONAPO, INEGI y PNUD, sobre marginación, desarrollo humano y social. La felicidad es ponderada por el INEGI.
Estos indicadores pretenden elaborar mediciones con base de información objetiva, en tanto que la felicidad hace referencia a percepciones individuales, por ello el INEGI la cataloga como de bienestar subjetivo. Se levanta como elemento del mecanismo de la Encuesta Nacional de los Hogares, Módulo de Bienestar de los Autorreportado Este producto se puede consultar en el sitio de internet del INEGI; https://www.inegi.org. mx/investigacion/bienestar/piloto/default. html
Con la información de la muestra podemos saber por ejemplo que en 2012 los hombres y mujeres eran menos felices conforme aumentaba la edad; el estrato de 60-70 años sólo representaba el 9.1 por ciento, en tanto que de 18 a 29 años correspondía el 35 .9 por ciento.
Los integrantes del grupo de notables especialistas profesionales que convocará el presidente López Obrador se van a encontrar el camino pavimentado, tanto a nivel nacional como internacional. Seguramente para “ahorrar” el levantamiento de las muestras se hará mediante el mecanismo de “los siervos de la Nación”.
Sin embargo, la medición realizada por el INEGI, tiene su antecedente en la necesidad de instrumentar el enfoque de Medición del Progreso de las Sociedades, postulado por la Comisión Sobre la Medición del Desempeño Económico y el Progreso Social (Comisión Stiglitz-sen-fitoussi), en donde se señalan ciertas limitaciones de las estadísticas convencionales para reflejar el progreso y el bienestar social. De modo que la identificación del problema ya tiene metodología y marco conceptual, como resultados tabulados.