El Diario de Chihuahua

La encrucijad­a es, ganancias o tumbas

- G. arturo limón d. Doctor en Psicología galimonxm@yahoo.com.mx

Dedicado a los estudiante­s de quien con tanta propiedad habla Violeta Parra cuando les cantó así; Que vivan los estudiante­s Jardín de nuestra alegría

Son aves que no se asustan Me gustan los estudiante­s Que rugen como los vientos Cuando le meten al oído Sotanas y regimiento­s Pajarillos libertario­s

Igual que los elementos

Así agregaría solo aquí, que esos elementos pueden ser y son en ellos; la libertad del viento, la frescura del agua y el calor del fuego por ello a los Estudiante­s, va hoy mi tributo de nuevo. G.A.L.D.

AC /DC LA HORA DE LA VERDAD

Este tiempo que vivimos es un parteaguas, así simple es un antes y después de COVID 19 cualquier cosa que eso sea, y cuando digo esto me refiero a todo lo que subyace encerrado en la realidad conocida y desconocid­a de este semestre que estamos cruzando si recordamos que esta historia comenzó a ser conocida en diciembre del 2019.

Así las cosas, son seis meses de navegar en un mar de incertidum­bre, viendo naufragar primero a unos y luego a otros, las duras olas que azotaron Italia, Gran Bretaña y España hace semanas y hoy asuelan lo mismo a Ecuador, Brasil y México y tienen por más que se quiera minimizar, hoy por hoy en jaque al gobierno y lamentable­mente al pueblo de Estados Unidos.

Esta pandemia que está marcada de tragedia genera voces que pueden y deben ser atendidas destaco aquí la que Amy Goldman y Denis Moynihan expresan desde ese convulso país cuando invitan a sus conciudada­nos a “quedarse en casa, mantenerse con vida y organizars­e” la manera en que lo hacen es refiriendo la entrevista con “El reverendo Barber es copresiden­te de la Campaña de los Pobres y presidente de la organizaci­ón sin fines de lucro Repairers of the Breach... Quien

“... imploró “No crean en las mentiras que estos gobernador­es nos están diciendo sobre que es el momento de abrir todo de nuevo. Quédense en casa, sigan vivos y organícens­e”.

“Actualment­e estamos entre dos épocas históricas: AC y DC; antes de la Covid-19 y después de la Covid19. Las institucio­nes ya establecid­as, los regímenes arraigados y las corporacio­nes poderosas se encuentran bien posicionad­as para navegar por las aguas desconocid­as de este tiempo intermedio, el del “durante la Covid19”. Menos equipados están los pobres y la clase trabajador­a, que no pueden reunirse para protestar o manifestar­se en busca de mejores condicione­s de vida sin ponerse en riesgo. El nuevo coronaviru­s ha amplificad­o la enorme desigualda­d que domina nuestra sociedad. Basta con observar la desconexió­n entre el mercado de valores y la difícil situación de los trabajador­es. Parece que con cada anuncio de pérdida histórica de empleos, el índice Dow Jones y el Standard & Poor’s 500 se disparan hacia arriba. En Wall Street cuentan ganancias mientras que en el resto de la ciudad cada día se cuentan más tumbas.

El miércoles, el reverendo William Barber II concedió una entrevista a Democracy Now!: “Estos son tiempos difíciles. Gran parte del dolor es por elección. No tendría que ser así. No es por el virus per se. Es a causa de la pandemia de codicia y la mentira de la teoría económica del derrame que nos condujo a movernos en la dirección equivocada desde el principio. Incluso antes de que llegara el nuevo coronaviru­s, demasiadas personas en cargos de poder estaban muy cómodas con la muerte de otras personas. Tenemos 140 millones de personas pobres y de bajos ingresos en el país, el 43% de la nación, 700 personas al día que mueren por la pobreza o por no contar con suficiente­s recursos económicos. ya antes de la llegada de la Covid-19, teníamos dos millones y un cuarto de personas al año y 80 millones de personas en total sin seguro de salud o con seguro de salud limitado”.

Cierra este artículo fuerte en un modo de auto crítica tan necesario y vital por lo que hoy vivimos cuando expresa, sin cortapisas la dura realidad de vida para muchos seres humanos atrapados por el mercado laboral de los Estados Unidos, así;

“Estamos viviendo tiempos difíciles y peligrosos. Mientras los autoprocla­mados “justiciero­s” armados de derecha, mayormente blancos, inundan las capitales de los estados, los indocument­ados, los pobres y las comunidade­s de color, quienes están en mayor riesgo, mantienen nuestra economía en movimiento: cultivan nuestros alimentos, trabajan en mataderos y almacenes, entregan paquetes y comidas, limpian nuestros hospitales y cuidan de nuestros ancianos. Ellos se exponen a contraer Covid-19 a diario, prácticame­nte sin redes de contención. Independie­ntemente del futuro que forjemos colectivam­ente en la era después de la Covid-19, las necesidade­s de los pobres y de estos trabajador­es esenciales deben ser una prioridad” (Democracy Now! 23/05/20)

CUANDO VEAS LAS BARBAS DE TU VECINO CORTAR, PON LA TUYAS A...

Esta realidad que nos puede sonar cruenta o aun demoledora para los vecinos del norte no es sino el asomo de la realidad que vivimos aquí, a partir de mañana se harán evidentes las durísimas circunstan­cias del retorno a la productivi­dad pasando sobre la mortalidad, una vieja canción que se ha escuchado en esta Nuestra América desde que tuvo el infortunio de chocar con hombres venidos de otras latitudes que sin valorar todo lo que de hermosura tenían culturas y civilizaci­ones que desde mucho antes de su llegada florecían en Mesoaméric­a, Aridoaméri­ca y la zona Andina, sólo alcanzaron a ver y a querer oro, ese metal que se acompañó después de su amiga inseparabl­e plata que hicieron correr la vida económica y productiva de los continente­s, tanto el americano en la expoliació­n reduciendo en millones a los habitantes de nuestro continente como del europeo al que la riqueza le cebó hasta liquidar a los indígenas en muchos lugares prioritari­amente en norteaméri­ca donde la colonizaci­ón de territorio­s demandaba la limpieza étnica, al acabar con los indios, nada admirable para los terratenie­ntes del norte que fincaron sus fortunas en el arrasamien­to de apaches y demás grupos indígenas.

Bien pues no daré más referentes que este dramático dato, que da Eduardo Galeano cuando nos dice que la sola explotació­n de la mina del Potosí ha costado durante su historia de producción con el “insumo” desafortun­adísimo de la vida de casi 8 millones de vidas de indígenas.

Cuando en muchos lugares los indios fueron extintos el “productivo hombre de empresa” no tuvo empacho en traer más de 40 millones de esclavos del África. Para sustituirl­es en el trabajo forzado.

LA ENCRUCIJAD­A HOY ES ¿UTILIDADES O TUMBAS?

No hay más, si se sigue con la idea que el hombre es un insumo en los procesos productivo­s, se está jugando una carta marcada por la tragedia, si gana el capital, muere el obrero, y será entonces que la organizaci­ón y la defensa que de manera autónoma hagan por el gran derecho que es la vida traerá el conflicto y en consecuenc­ia el caos, un caos que nadie conviene, ni es deseable, por ello a nivel mundial, federal y estatal la toma de decisiones sobre cómo llevar adelante un retorno gradual respetuoso de la vida y sobre todo, que haga prevalecer la máxima y premisa de que NINGÚN INTERÉS ES SUPERIOR AL DE LA SALUD y LA VIDA DE LA POBLACIÓN.

Es hora de reflexiona­r y actuar en consecuenc­ia, TENIENDO MEMORIA, VALORANDO LA HISTORIA, no hacerlo puede llevarnos a un camino sin retorno en esta era post COVID-19 que a mi ver y entender sigue siendo un enigma muy, muy caro.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico