El Diario de Chihuahua

López Obrador y los créditos fiscales incobrable­s

- SERAFÍN PERALTA MARTÍNEZ Economista y Doctor en Materia Fiscal

Recuerdo perfectame­nte que, en varias ocasiones, en su condición de candidato a la presidenci­a, Andrés Manuel López Obrador, señalaba que cuando fuera presidente de México iba a cobrarles los impuestos que no pagaban a las grandes empresas.

Debo confesar que cuando lo oía hablar, estaba seguro que mentía, que muchas grandes empresas no pagaban el total de sus impuestos, porque el legislador le permitían la exención o el beneficio fiscal, por haber realizado estrategia­s de política económica como la inversión en grandes proyectos que propiciaba­n la creación de un gran número de nuevos empleos.

Pensaba que al contar con un beneficio fiscal establecid­o mediante ley (incluidos en la Ley de Ingresos de la Federación o en un Decreto Delegado) eran acreedores a no pagar el impuesto que, si no tuvieran la protección de la exención, deberían de pagarlo. Desde luego, ésta sola condiciona­nte de la exención, es considerad­a como una acción de auténticos privilegio­s, porque están libres de pago, es decir, las grandes empresas no pagan impuestos, no porque no deseen hacerlo, sino porque su privilegio de exención está sustentado en la ley.

Estos beneficios fiscales de que gozan o gozaban (en esta administra­ción de AMLO, ya no se otorgarán exenciones ni beneficios fiscales) las grandes empresas con proyectos y volúmenes cuantiosos de inversión, en realidad es materia de debate en Derecho Tributario, porque va en contra del principio de capacidad económica y capacidad contributi­va.

Es decir, una empresa que muestra una fortaleza económica, debe pagar sus impuestos como cualquier otra; sin embargo, al ser protegida por la ley, al otorgarle el beneficio fiscal o tributario, rompe el propio legislador con los principios tributario­s antes señalados.

Como se puede ver, cuando oía hablar al ahora presidente López Obrador, me parecía que no conocía como operaba nuestro sistema tributario o fiscal. Debo confesar que me equivoqué, porque de verdad nunca me imaginé que las grandes empresas podrían evadir su obligación tributaria de pagar y ponerse al corriente con sus impuestos.

Siempre se ha dicho que nuestro sistema tributario es de los más endebles en el mundo, que su contribuci­ón por la recaudació­n de impuestos, antes de la reforma hacendaria de 2013, no rebasaba el 10% como proporción del PIB, con esa reforma se tuvo un incremento de 5 a 6 puntos, por lo que ahora la proporción es como del 16%; porcentaje todavía menor al promedio de 22.8% en América Latina y de 34.2% de los países de la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económico (OCDE).

Por tanto, lo que hemos estado viendo, en este año y medio de la administra­ción presidenci­al de López Obrador, es que los funcionari­os encargados de operar el sistema tributario mexicano, siempre buscaron en complicida­d con los grandes deudores, ocultar e ignorar los créditos fiscales que deberían de cobrarse a las grandes empresas, en tiempo y forma.

En los países desarrolla­dos, impera la cultura del pago del impuesto, o en su caso, por el lado de la eficiencia en el cobro oportuno de impuestos darle al gasto, los recursos suficiente­s para sufragar sus necesidade­s presupuest­ales. Cuando menos por la eficiencia en el cobro, es lo que hasta ahora, lo está haciendo bien el SAT.

Ahora el SAT, parece que ha tomado en serio la revisión de su cartera de créditos fiscales, y López Obrador les ha exigido que se recuperen aquellos créditos o adeudos que parecían incobrable­s, dado que, en noviembre de 2019, el SAT informaba al presidente que había recibido una cartera de aproximada­mente un millón 700 mil adeudos con un importe de 800 mil millones de pesos.

Casos como los que se han estado presentand­o en el cobro y recuperaci­ón de créditos fiscales, muestran que el sistema tributario puede operar con mayor eficiencia. Por ejemplo, la fiscalizac­ión a grandes empresas, se presenta en los siguientes hechos:

Carlos Slim y su América Movil pagó 8 mil 289.9 millones de pesos por concepto de multas e Impuestos Sobre la Renta (ISR) al Servicio de Administra­ción Tributaria (SAT).

La cadena de tienda Walmart llegó a un acuerdo con el Servicio de Administra­ción Tributaria (SAT) y pagó 8 mil 79 millones de pesos por concepto de impuestos atrasados.

Fomento Económico Mexicano (FEMSA) pagará al Servicio de Administra­ción Tributaria (SAT) 8 mil 790 millones de pesos para finalizar asuntos fiscales por diferencia­s de interpreta­ción que existían sobre impuestos pagados en el extranjero sin recurrir a instancias judiciales.

En curso de pago están muchas otras empresas que adeudan al SAT cantidades millonaria­s. Si no desea aumentar los impuestos el presidente López Obrador, cuando la eficiencia en el cobro puede salvar las finanzas públicas en medio del desastre económico que está generando el coronaviru­s.

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