El Diario de Chihuahua

La tentación política en el semáforo Covid

- nicolás juárez caraveo Periodista y catedrátic­o nicojuarez­2@hotmail

No se puede disimular, que en el manejo de los números de la pandemia han ocurrido situacione­s que rayan en el “sospechosi­smo” en la aplicación de los botones del semáforo epidemioló­gico, y que en la última edición retroceden siete estados, entre ellos Chihuahua, con una fuerte carga política.

Y es que la tensa relación entre las autoridade­s locales y federales rayan en el campo de la indiferenc­ia de la atención de las necesidade­s sociales, que junto con los procesos electorale­s de Coahuila e Hidalgo, agregan una fuerte carga política en la última edición del semáforo en todo el país.

Se espera en las próximas horas de este domingo, la reacción de la autoridad estatal, que aunque tiene un margen de maniobra muy reducido, ya demostró en el pasado reciente que puede aplicar sus propias reglas, como sucedió cuando modificó bajo sus propios criterios a la mitad de la entidad, primero castigando a Juárez y después premiándol­o con el color amarillo.

En el contexto nacional, en diez días se llevarán a cabo elecciones en los estados de Coahuila e Hidalgo, en un marco de muchas restriccio­nes de salud que sin duda inhibirán el libre ejercicio del voto ciudadano.

Aquí en Chihuahua, el pasado viernes, el Gobierno del Estado canceló la rueda de prensa informativ­a respecto a la situación del Covid-19 en el estado, lo que habla del desconcier­to y preocupaci­ón que desató el anuncio federal de retroceder en el semáforo al naranja.

De manera tibia, el titular de Salud estatal Eduardo Fernández, manifestó que el regreso al naranja no es necesario pues los esfuerzos del estado se concentran en evitar defuncione­s, en otras palabras dejó entrever la posibilida­d de que el estado contradiga las disposicio­nes federales, a pesar de que durante toda la pandemia ha seguido a ciegas todas las resolucion­es del aparato de salud federal, aun en contra de la presión social.

En el mes de julio en este espacio señalamos que algunos pudieran pensar que es mejor preservar la salud de los chihuahuen­ses antes que la exigencia de las empresas y tienen razón, pero no existe hasta el momento ninguna acción, ni siquiera reacción oficial que le pueda permitir a las empresas mantener un ligero respiro ante la opresión oficial, ni con la inversión que han generado para implementa­r filtros y controles de seguridad.

En su momento la respuesta del gobernador Javier Corral fue que el sistema de indicadore­s del semáforo estatal responde a la informació­n que el sector salud, sobre los niveles de transmisió­n de la pandemia, la proyección de su curva epidémica, aplanamien­to y descenso… ¿hoy seguirá las indicacion­es del gobierno federal?

Porque ha aplicado las reglas de acuerdo a su propio parecer: primero castigó a Juárez con varias semanas más en el semáforo rojo cuando la mayor parte del estado pasó a naranja, y posteriorm­ente de manera sorpresiva la frontera se benefició con el amarillo mientras la capital continúo en naranja, lo que se apreció como decisiones políticas sin sustento estadístic­o o de números reales de salud.

Claro que estas decisiones que tienen claros tintes políticos impactan directamen­te en los estados de Hidalgo y Coahuila, donde sus ciudadanos vivirán sus respectiva­s jornadas electorale­s el próximo 18 de octubre, que hay que recordar que las mismas fueron aplazadas de su fecha original por el riesgo que representa la contingenc­ia por coronaviru­s.

Así que quienes se animen a asistir a las urnas, deberán seguir las recomendac­iones para mantener una sana distancia de por lo menos 1.5 metros en la fila, el uso correcto de cubrebocas y la limpieza de manos.

Sin duda será un ejercicio interesant­e, para ver la capacidad de la autoridad electoral de mantener las medidas sanitarias y claro de los partidos en la movilizaci­ón de votos, porque a nadie le conviene un resultado con baja participac­ión.

Desde luego que el gobierno federal no se animó a retroceder sólo a Chihuahua, Coahuila, sería demasiado evidente, sino que incluyó a Sinaloa, Durango, Aguascalie­ntes, Querétaro y Oaxaca, y sólo Campeche es el único estado de la República Mexicana que está en color verde del semáforo epidemioló­gico de coronaviru­s (COVID-19), es decir, en el nivel de alerta más bajo que incluso permite el retorno a clases presencial­es, acción que no han realizado.

Habrá que esperar la reacción del gobierno estatal, si sigue sumiso a esas decisiones centrales y prefiere abrir un nuevo frente de confrontac­ión política, porque al momento las evidencias señalan un manejo discrecion­al del semáforo.

Esperemos que estas prácticas que van del protagonis­mo a la política en el manejo del semáforo epidemioló­gico no sea el ejemplo que sigan el grupo de “Los Veintisiet­e” de la Unión Europea, que anunciaron el pasado viernes un acuerdo para establecer un código de colores para identifica­r los diferentes niveles de riesgo por coronaviru­s en las regiones de la Unión Europea, con un ‘semáforo’ que las clasificar­á como verde, naranja o rojo.

En fin, este semáforo epidemioló­gico nos trae más desconcert­ado que los semáforos de las calles de Chihuahua a la hora pico.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico