Es un duro golpe: dueños de bares
El regreso al naranja en el semáforo de reactivación ante la pandemia fue calificado como un duro golpe al sector de los bares y centros nocturnos de la ciudad, por Mauricio Román, quien explicó que la aplicación del color amarillo fue anticipada, debido a que no se tenía una tendencia a la baja en las estadísticas de contagios.
Indicó que incluso los mismos propietarios de los bares y cantinas estaban conscientes de que era un riesgo avanzar al amarillo debido a que no había una muestra de que los contagios iban a la baja de una manera constante. Apuntó que el problema del aumento en los contagios no ha estado en los bares o restaurantes, sino en las casas y granjas en las que los habitantes de la ciudad hacen reuniones en las que no se toman las medidas adecuadas.
“La gente hace reuniones en sus casas sin las mínimas medidas de prevención, pero eso pasa porque las autoridades enviaron el mensaje de que las cosas estaban avanzado para el verde, pero esa está muy lejos de la realidad, solo que las personas solamente entendían que estábamos en amarillo y que seguía el verde”, explicó.
Añadió que ahora los propietarios de los establecimientos esperan que se logre bajar al amarillo de nuevo para noviembre, porque el último bimestre del año es la mejor época para ellos y en caso de seguir en el naranja se lo perderán, con lo que el 2020 será un año prácticamente perdido, además de que los dejaron con deudas o en quiebra.
Sostienen que la aplicación del amarillo fue anticipada, debido a que no se tenía una tendencia a la baja en los contagios