“Extraordinario”
Con estas palabras el electo presidente López Obrador se refirió al ex secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos Cepeda, del periodo de Peña, Nieto, como agradecimiento por facilitarle una transición sin sobresaltos o de terciopelo: “Un hombre extraordinario e institucional”.
Según, La Real Academia Española, (RAE) “extraordinario” significa: Fuera del orden o regla natural o común.
Si el Ejército no debe exceder sus funciones que es salvaguardar el orden y la seguridad nacional, punto. No debe hacer algo “extra-ordinario”, como: Perseguir migrantes, resguardar presas, reprimir agricultores, construir aeropuertos y bancos, conducir pipas, transportar medicamentos, administrar puertos y aduanas, barrer, descombrar… (se aplican ventosas, sueros, amenizamos fiestas, lloramos en velorios y entierros), ¿ qué se ofrece?
El significado que la RAE confiere para “Institucional” es: Perteneciente o relativo a una institución, instituciones políticas, religiosas o sociales…
El candidato López, Obrador, que había mandado al diablo a las instituciones y (concretado ahora en los hechos) habló lisonjeramente del Gral. Salvador Cienfuegos, comandante de las fuerzas armadas, calificándolo de: “un hombre institucional”.
Instituciones como la CNDH, la CRE, y, ahora la Suprema Corte, (desvirtuada por prestarse a la consulta del presidente) aunque deficientes, funcionaban; hoy están siendo destruidas, debilitadas o cooptadas por el Ejecutivo federal.
El acuerdo de AMLO de militarizar la seguridad pública es inconstitucional, y contra los derechos humanos. El hecho que, crímenes cometidos por las fuerzas armadas puedan ser investigados y sancionados, no garantiza los mecanismos para la rendición de cuentas, a través de órganos civiles. El caso del homicidio por la Guardia Nacional de la agricultora Jessica y el atentado contra su esposo Jaime Torres, sin resolver, lo corrobora.
La anterior PGR, hoy, Fiscalía General de la República (FGR) arrastra un historial tal de impunidad que, de las 4 000 denuncias por tortura revisadas por la anterior (PGR) desde 2006, a 2015, sólo 15 terminaron con una condena. Nota de Azam Ahmed y Eric Schmitt. NYT. 26/V/2016
Aquí no hubo investigación ni denuncias contra el Gral. Salvador Cienfuegos, detenido en Estados Unidos por supuesta colusión con criminales, cuya detención y cargos como siempre, ocurre sólo allá. Esto, a pesar que, por decreto, ya no hay corrupción, y, “se castiga al culpable sea quien sea” según AMLO.
¿Cómo se lee este acontecimiento que cimbra y trae oprobio a la nación?
Primero, ocurre después de la burla de una consulta llevada a la Suprema Corte, de si se juzga o no a expresidentes, por supuestos delitos que hubieren cometido en el pasado, lo cual resultó inconstitucional y una farsa. Un distractor más para la raja política, ocultando una pandemia mal atendida con 87 000 muertos, y contando.
Segundo, el trasfondo de la detención, pudiera ser un mensaje de Estados Unidos al presidente López, Obrador, después del “culiacanazo”, como represalia por no haber capturado con fines de extradición a Ovidio Guzmán, lo cual pudieron considerar en la DEA como una burla.
Además, por la masacre de los Lebaron, desdeñados por el presidente, habiéndoseles negado una justicia pronta y expedita. No hay que olvidar su doble nacionalidad, ya que los Estados Unidos estarían respondiendo con la detención del general a esta masacre de sus connacionales, en la cual, la FGR, y fuerzas armadas, siguen con nulos resultados, en la captura de grupos delictivos involucrados. ¿Se salió con la suya AMLO?
Al dar tantas atribuciones al ejército, compartiendo con las jerarquías el poder, pretende el presidente se corrompan, para tenerlos a su servicio y reprimir al pueblo, cuando su lado fascista asome. El manotazo de Estados Unidos, cimbrará esa estructura de corrupción, el ejército se dividirá, pero, ojalá que los elementos con convicción patriótica entiendan que, están al servicio de la nación y no a los caprichos de un solo hombre.
La reacción del Presidente: Minimizó los hechos de corrupción, achacándolo al pasado, aunque el ente militar sea transexenal, siendo muy obvio que, si el Gral. tuvo acuerdos con el crimen, en su retiro debió haber dejado a alguien en su lugar, perviviendo el andamiaje del pacto de impunidad.
Sin negar la presunción de inocencia del imputado, se sabe que sí hay corrupción en las fuerzas armadas y no se investiga. El avión ya no sirve como distractor y el penacho no llega porque está apolillado. Ahora el titiritero saca la bola de beisbol admirando a los Dodgers, capitalistas y neo liberales. Si AMLO se dedicase al beisbol y no a la política, estaríamos mejor: México perdió un pelotero y ganó un mal presidente.
Este acontecimiento, aunque venga del exterior, trae esperanza, mientras la justicia brilla por su ausencia en nuestro país, por falta de contrapesos y, órganos cooptados por el Ejecutivo, y por partidos que pelean entre sí. Este vacío lo aprovecha un presidente centralista, autoritario y bluffero.
No obstante, al menos hay alguien que da un manotazo, aunque provenga del exterior, como diciéndole: Así se debe aplicar la ley y no con encuestas tontas y amañadas.