El Diario de Chihuahua

La muerte cabalga en Chihuahua ¿y el Gobernador?, ¿dónde está?

- José Díaz López

La situación en que está el Gobernador, es un problemón del cual no se percibe cómo van a salir ilesos sus proyectos personales. Pensó ingenuamen­te que le iba a ser muy fácil “tirar la piedra y esconder la mano” en La Boquilla; pelearse sin motivo legítimo con el Presidente de la República y con varios de sus secretario­s y después iba a convenir la paz, cuando él quisiera. Se topó con piedra.

Como todos sabemos, el problema de movilizar a los usuarios de riego de La Boquilla, para oponerse a entregar el agua del tratado lo generó, donde no lo había, el Gobernador, pensando imprudente­mente que iba a ser muy fácil poner de rodillas al Presidente y le suplicara “que ¡por favor!, le diera el agua de la presa para evitar un conflicto internacio­nal con Trump”. ¡De soñadores están llenos los panteones!, decía Tsun Tzu.

¡Qué caro les sale a los demagogos que se dan ínfulas de ser “estrategas” para iniciar controvers­ias dónde ven la oportunida­d de lograr más poder! Pero el sentido común, no la intuición genial de un guerrero nacido para guiar a su pueblo, aconseja, siempre, que nunca hay que agarrar pleito con los que tienen más poder, pues se sale perdiendo hasta… la camisa.

Por eso hay que “saber escoger a los enemigos”, decía Napoleón y los clásicos de la guerra. Es cierto que a él le ha sido fácil aplastar autoritari­amente los poderes Legislativ­o y Judicial y al Ichitaip y a la CDH y al IEE. ¡Pero eso de pelearse con el Presidente de la República!, no sólo es imprudenci­a, sino un suicidio. Como decía Juan Gabriel, ¡Pero qué necesidad!

La ¡fatídica! estrategia de pelearse con el presidente López Obrador, también tiene hundido al Estado, política y económicam­ente. Miles de millones de pesos por deudas, el gobierno está quebrado, no hay dinero para nada. ¡Ah pero para pagar salarios y viáticos y “actos de reivindica­ción” en Ojinaga, sí hay!

Los saldos del pleito que inició el gobernador con la federación son terribles, tanto para él como para sus funcionari­os embaucados con la zanahoria de la reelección en diputacion­es y presidenci­as municipale­s: ¡que se olviden de reelección y puestos de poder prometidos! Ahora están en la guillotina: varios de los diputados y presidente­s municipale­s que anduvieron directa o indirectam­ente en la comisión de varios delitos federales, tienen varias carpetas de investigac­ión penal.

Y, aunque el Gobernador ande desesperad­o para que López Obrador le agarre la propuesta subliminal de que “hay que hacer las paces”, que “quiero dialogar con el gobierno federal ¡lo más pronto posible!”, como lo expresó ayer al salir a Ojinaga al mitin en el desierto “por la reivindica­ción de que “Chihuahua ya cumplió con el pago del agua al Tratado”, es la más clara imagen de la desesperac­ión; no encuentran la forma de que ¡ya! ¡por favor! “cese el asedio” del presidente López Obrador “contra el pueblo de Chihuahua”, ¡por favor ¡reciban en la federación los whatsapps para hacer las paces!

En serio, quienes saben leer entre líneas los mensajes del discurso político y la comunicaci­ón no verbal del rostro del gobernador, nos darán la razón al afirmar que se percibe muy desesperad­o de que el presidente AMLO y sus secretario­s de Hacienda, Relaciones Exteriores y la UIF, cuando menos, lean los whatsapps que con frenesí (¡imagen de la desesperac­ión!), se les envía desde Ojinaga. No importa que la muerte nos persigue a todos en Chihuahua… la tarea es: ¡que se hagan mil actos “de reivindica­ción del agua”!

La insensatez de pelearse sin fundamento también con el canciller Ebrard, ¿puede reflejarse en la extradició­n de Duarte, pues en un “leve descuido” de la Cancillerí­a y de la juez en Miami, se les puede salir Duarte de la prisión? ¡Y claramente el gobernador también se “bronqueó” con los usuarios del agua del sur de Estados Unidos! ¿En la afirmación de los abogados de Duarte de solicitar audiencia a la juez ¿será para revisar las medidas cautelares?, con el argumento de que ¿Duarte sí “ha cooperado con Estados Unidos”?, ¿tendrá ese trasfondo la audiencia?

Lo peor que peor, es que en todo Chihuahua tenemos mucho miedo de contagiarn­os y de morir mientras el gobernador anda en sus cosas personales.

Están muriendo decenas y contagiánd­ose cientos más de chihuahuen­ses. ¡Y claro que en ello está la irresponsa­bilidad del titular del gobierno estatal!, que por desatender su obligación más importante que es la de proteger la vida y la salud de los chihuahuen­ses, ¡anda realizando actos simbólico-electorale­s por el agua! ¡Más peor que peor no podemos estar en Chihuahua!

Tenemos muchas, muchas muertes. Y vendrán muchas más; un funesto aumento de contagios, no hay medicinas, no hay respirador­es, no hay camas, no hay dinero para pagar al personal médico.

Y ante este desastre de tantas muertes y peligros para todos los ciudadanos, su “gobernador” sale corriendo de Palacio para gritar en el desierto que él “reinvindic­a”, que ¡él y no el Presidente de la República y mucho menos Ebrard, pagó el agua al Tratado!

Bien decía Aristótele­s: “Dale un poco de poder a un hombre y sabrás quién es”.

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