A 20 Años del Atentado contra patricio
“Nunca he sentido un mármol más frío que el que tuve en la espalda esa mañana”
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Nunca he sentido un mármol más frío que el que tuve en la espalda esa mañana” PATRICIO MARTÍNEZ GARCÍA
Han sido 20 años de sufrimientos y le doy gracias al Altísimo porque la otra alternativa era no tener ningún sufrimiento... y creo que esta es mejor” PATRICIO MARTÍNEZ GARCÍA EXGOBERNADOR DE CHIHUAHUA
Corría el año 2001. En las escaleras de Palacio de Gobierno una desconocida disparó en a cabeza al entonces gobernador, quien vive para contarlo Se le practicaron 12 cirugías; la última fue hace cuatro años. La bala calibre .38 entró dejando entre 50 y 100 esquirlas
Este domingo se cumplen 20 años del atentado del que fue víctima el exgobernador Patricio Martínez en las escalinatas principales de Palacio de Gobierno, hecho que, recuerda ahora el exmandatario, apenas en la Navidad pasada le contó a uno de sus nietos.
Al pequeño de siete años de edad Martínez García le dijo cómo fue aquel ataque que lo llevó a que le practicaran más de 12 cirugías, de las cuales al menos 4 fueron en la zona donde recibió el impacto de la bala calibre 38, detrás de la oreja derecha.
Momentos antes de comenzar con la entrevista, el también exsenador se preparó lo que él llamó “un té de café”, ya que en la taza se sirvió más agua caliente que café hervido, a la par de que lo complementaba con crema y azúcar.
Patricio Martínez fue cuestionado sobre lo que ha vivido a dos décadas, que se cumplen este 17 de enero, luego de que Victoria Loya, su agresora y ahora presa en el cereso femenil de Aquiles Serdán, le había disparado; asimismo, sobre cómo había sido sobrellevar con las secuelas, el recuerdo y las consecuencias derivadas de las cirugías a las cuales fue sometido.
“Vinieron a remover brasas ardientes”, fue lo que respondió al cuestionamiento, para continuar después de que se le entrecortara la voz y secara sus lágrimas, a la par que daba algunas vueltas en uno de los salones privados del hotel donde pasa la mayor parte del día.
Su recuperación tras 12 cirugías
El exsenador por el Revolucionario Institucional abundó sobre el proceso de cirugías y rehabilitación de las mismas. Tenía entre 50 y 100 esquirlas en la cabeza, lo cual calificó como “un puño de arena en lo que se ve en una radiografía”, las cuales permanecen ahí y que no causan interferencias eléctricas, neurológicas, cerebrales, mismas que se fueron encapsulando.
“Molestias claro que las hay, han sido 20 años de sufrimientos de todo tipo y le doy gracias al Altísimo de tener esos sufrimientos porque la otra alternativa era no tener ningún sufrimiento... y creo que esta es mejor”, dijo Martínez García, quien sin embargo consideró que era mejor vivir con gusto y sin renegar de esto.
Comentó que la última cirugía la tuvo hace cuatro años, la cual formó parte de las 4 neurocirugías que se le han practicado desde hace 20 años; las dos primeras fueron después del atentado y las otras dos habían sido en años posteriores.
Ésta última cirugía la calificó como la más dolorosa y más larga, ya que duró más de seis horas derivado de unas lesiones en vértebras, mismas que se dañaron cuando él cayó al piso después de recibir el impacto de arma de fuego.
“No hago más que dar gracias por lo que la Providencia me regaló”, dijo.
el día del atentado
El 17 de enero del 2001, recuerda Patricio, tenía una agenda rural, por lo que salió de la oficina por la puerta de la Secretaría Particular para tomar el vehículo que lo llevaría a una gira en el municipio de Satevó, ya que tendrían el inicio de algunas obras y la inauguración de otras.
“Me acompañaban... caray, han pasado 20 años y quienes me acompañaban se fueron primero que yo... me acompañaban ahí el señor Octavio Cano Luján, que en paz descanse, me acompañaba para esa gira Luis Raúl de las Casas, ganadero de Satevó que en paz descanse, me acompañaba también Kamel Athié, secretario del gabinete y me acompañaba el señor Santiago de las Casas”, comentó.
Durante los primeros minutos después de que ocurrió aquel problema, fue atendido por su secretaria Olga Margarita, la cual ya falleció, estando al pendiente de él en todo momento, ya que al escuchar el disparo salió y al ver la situación se acercó, por lo que al ser parte de su equipo ya que trabajó con él durante 37 años, lo consideró como un alivio.
Tras saber que había recibido un balazo, comentó que decidió ponerse en paz, encomendarse al cielo, en un acto breve de voluntad, disponiéndose a cooperar para que concluyera todo el problema.
“Curiosamente tuve la calma... estaba haciendo mucho frío, el mármol estaba muy frío, nunca he sentido un mármol más frío que el que tuve en la espalda esa mañana”, respondió a la par que se le escapaba una sonrisa, para volver a retomar la plática.
Siguió con la narrativa de los hechos comentando que Ismael Díaz llegó hasta ese lugar, quien ayudó a que lo cargaran en la camilla llegando unos minutos después el ingeniero David Reyes Castro, quien también ya falleció, abordando este último el vehículo de emergencias por invitación del exgobernador.
“Cómo no estaré agradecido con el cielo viendo que entre los que estuvieron ahí, más jóvenes que yo, en buena condiciones, muchos ya se han ido”, dijo al hacer el recuento de sus compañeros y amigos que lo acompañaron en el Gobierno y ya fallecieron.
nunca perdió el conocimiento después del ataque
El entonces gobernador nunca perdió el conocimiento tras el ataque sufrido. Por ello recuerda al detalle cómo fue su trasladado y atención, a tal grado de recordar que ese día vestía botas vaqueras altas, las cuales intentó quitarse, pero no se lo permitían.
“Hubo unos paréntesis ahí en donde... seguramente me desmayaba, pero volvía, fueron dos o tres veces que me desmayé ahí acostado... pero recuerdo perfectamente bien todo, recuerdo que me aflojé el cinturón, me quería quitar las botas porque llevaba bota vaquera alta y entonces subía el pie y me lo bajaban”, comentó.
“Ahora lo puedo platicar con una sonrisa”, comentó.
Cuestionado sobre la situación familiar, comentó habló de esto con su nieto de siete años de edad por primera vez en la pasada Navidad.
“Por primera vez en esta Navidad al mayor de mis nietos se lo platiqué y tuve un reclamo de la mamá, que no le anduviera platicando esas cosas”, comentó mientras soltaba una ligera carcajada. El nieto al que se lo platicó le describió lo sucedido aquel 17 de enero como un hecho de familia muy doloroso, que para su hija no era nada agradable.
“Obviamente mi nieto lo tomó como una más de las leyendas que le inventa su abuelo, porque lo mismo le hago cuentos y leyendas de aventuras en el bosque, en el llano, en la montaña, de tipo infantil totalmente improvisadas”, comentó.
Como respuesta por parte de su nieto, el ex gobernador recibió un “¿ah si?”, a manera de que siguiera la narrativa. “Es lo único que he tenido de atrevimiento en lo familiar para recordar ese hecho”, comentó.
la providencia y la ciencia hacen milagros
Comentó que él era un testigo de cómo Jesús o la Providencia dan a la ciencia y a los científicos la capacidad de curar a las personas.
En este tema salió a relucir el nombre del doc- tor Miledy, ganador del premio Príncipe de
Asturias de medicina y con quien tuvo una comunicación frecuente, quien le dijo que hay mas variables y más interconexión en un solo cerebro de un solo humano que en todo el universo.
“Yo creo que al pasar
20 años, al haber pasado 20 años no puedo dejar de mencionar a los médicos, me atiende el doctor Hernández Lara, ilustre neurocirujano chihuahuense, que le mando un agradecimiento más de todos los días de mi vida, ahora también ya desaparecido, me atiende el doctor Baca
Martínez, joven, brillante neurocirujano; me brinda una atención de gran calidez y muy importante en aquellos momentos el doctor José Antonio Leal, gracias a Dios, todavía presente, interviene el doctor Ramiro del Valle, un brillante médico científico neurocirujano sonorense”, citó
“Yo me acuerdo que llegué tranquilo, tranquilo a la Clínica del Parque, reposando y oía todo el relajo, oía las tijeras que estaban cortando la ropa, pero empecé a oír mucho corredero y mucha confusión y entonces les dije: ¡háblenle a mi compadre el doctor Leal. Y para mi sorpresa me dice: aquí estoy compadre”, relató.
Mientras daba detalles de su cirugía, el exgobernador de repente se puso de pie, comenzó a dar vueltas en su propio eje a la vez que abría y cerraba los brazos y levantaba los pies, diciendo que eso era algo de lo más complicado de hacer y que nadie se lo imaginaba, debido al funcionamiento del cerebro.
“Todavía subir y bajar escalones es algo que tiene muchos mecanismos que deben ponerse a funcionar y que obviamente en una lesión de esa naturaleza quedan afectados, entonces hay que hacer de manera consciente lo que en circunstancias normales se hace inconsciente”, dijo.
Martínez García comentó que fue muy difícil en esas circunstancias, doblemente difícil el trabajo de gobernar, ya que fueron cuatro de cargar el peso de todas las dolencias que no se habían quitado y que empezaron a desaparecer hasta el 2008 que tuvo una tercera cirugía y otras conexas.
“Aquí estamos para dar gracias al cielo”, concluyó, minutos antes de retirarse a su rancho rumbo a Cuauhtémoc, donde realiza como parte de su actividad laboral algo que los médicos le comentaron que posiblemente no volvería a hacer, que es montar a caballo.