Incluye el IMSS intérpretes para derechohabientes con discapacidad auditiva
“No es solamente aprender señas, es agudizar los sentidos, los gestos, la vista periférica para aprender todo un entorno totalmente distinto e interesante”, afirma María Isabel
La delegación del IMSS informó que son tres trabajadores intérpretes los que actualmente tiene la institución para aquellos derechohabientes que sufren alguna capacidad auditiva.
De manera voluntaria, los empleados dedican tiempo y esfuerzo en esta noble tarea, según se informó.
Hace cinco años María Isabel, quien tiene una licenciatura en Educación Física y una maestría en Psicopedagogía, aprendió por “curiosidad” a la lengua de señas mexicana, sin embargo posteriormente se dio cuenta que no es nada más una forma de comunicarse, sino que engloba todo el entorno de la persona sorda, como sus costumbres y su cultura.
“No es solamente aprender señas, es agudizar los sentidos, los gestos, la vista periférica para aprender todo un entorno totalmente distinto e interesante”, afirma.
Ella aprendió en el Instituto de Lengua de Señas Mexicanas, en donde actualmente es maestra y en donde hace dos años se capacita para ser intérprete. “Primero se inicia con el aprendizaje del idioma y cuando se domina, se comienza la capacitación para ser intérprete. Se tiene que escuchar, procesar la información para luego trasmitirla, que finalmente es complicado”.
Antes de la pandemia por Covid19, “Isa”, como le dicen de cariño sus compañeros de trabajo, participaba en el Centro de Seguridad Social, conocida como La Asegurada, como capacitadora de personas sordas del grupo “Escuchando con el Corazón”, de entre 20 y hasta 60 años de edad, en temas de relevancia e interés social, así como de prevención; ello, dentro de las acciones de inclusión que el IMSS Chihuahua realiza.
Lo anterior le dejó una importante experiencia, toda vez que se retroalimentó con la convivencia y las enseñanzas propias que le brindaron los integrantes de esta agrupación de la sociedad civil.
Para esta joven de 32 años, es importante que la población en general, pero sobre todo quienes brindan un servicio, ya sea público o privado, aprendan la lengua de señas; es decir, en pocas palabras: incluyan, atiendan y apoyen a la población sorda.