Un alcalde JOVEN
Su historia de vida, dice, es una guía muy clara de lo que demandan la mayoría de los chihuahuenses
De 37 años de edad (1 de agosto de 1983), Marco Bonilla Mendoza es uno de los presidentes municipales más jóvenes de la historia de Chihuahua, que además llega al cargo luego de coordinar exitosas campañas electorales de sus compañeros, antes de asumir una candidatura por sí mismo.
Es hijo de Marcos Bonilla, un hombre que emigró ilegalmente a Estados Unidos, y de la señora Luz Mendoza, quien como madre soltera y trabajadora sacó adelante a sus tres hijos con muchos esfuerzos y sacrificios.
“Soy el menor de tres hermanos, en mi casa mi mamá siempre me dijo que fui el “pilón” que le había mandado la vida, porque mi hermana me lleva 9 años y mi hermano 10”, cuenta orgulloso de su origen familiar y su entorno que en sus primeros años se limitó a la populosa colonia Chihuahua 2000.
“Me crie en el seno de un hogar formado por tres mujeres maravillosas: mi mamá, mi hermana Vanessa y mi abuela “Mami”. De ellas aprendí el valor de la familia, la honestidad, la responsabilidad y el esfuerzo para alcanzar lo que sueñas con trabajo duro”, dice.
Desde los ocho años de edad laboró como empaquetador, como “cerillito” pues, de las farmacias “El Fénix”, ubicada en la calle Libertad; además trabajó vendiendo paletas en un carrito de “Helados la Adelita” y dulces en oficinas de gobierno.
“A mis 11 años trabajé en el local de un tío en “El Pasito”, de ahí ayudé a mis papás a pagar mis estudios, que siempre fueron en escuelas públicas”, recuerda el hoy alcalde electo de la capital, quien enlista la Primaria Chihuahua 2000, la Secundaria técnica 72 en Paseos de Chihuahua, el Colegio de Bachilleres 4 y Facultad de Derecho UACH, como los centros donde forjó su personalidad y carácter.
“Siempre me han gustado los deportes. A los 13 años recuerdo que estaba en el equipo de futbol de la secundaria y nos llevaron a jugar un torneo a una escuela privada y al entrar en el mismo me quede impresionado por las instalaciones deportivas. Ahí reflexioné por qué si los niños de ese colegio y los de la técnica 72 nos veíamos iguales, jugábamos en escuelas con instalaciones tan diferentes, desde luego por la edad no dimensionaba los estatus económicos”, cuenta Bonilla Mendoza.
“En ese momento fue cuando pensé: algún día seré presidente municipal para asegurar con mi trabajo que todos los niños de Chihuahua tengamos instalaciones deportivas como las de este colegio”.
El plan de gobierno de Bonilla está estrechamente ligado a sus vivencias personales, familiares y profesionales, pues dado su origen popular conoce la ciudad de punta a punta, sus problemas, la desigualdad; además de que domina el estudio y la aplicación de políticas públicas orientadas al desarrollo de la comunidad.
Su historia de vida, dice, es una guía muy clara de lo que demandan la mayoría de los chihuahuenses: oportunidades para todos, para que todos tengan acceso a los satisfactores básicos con su propio esfuerzo, sin que el gobierno sea un obstáculo para el crecimiento de las personas, sean niños, adultos, mujeres, jóvenes, empresarios, empleados o estudiantes.
“Sí, me han criticado mucho por ser joven. Que soy joven o que soy inmaduro, que me falta experiencia… y pues qué bueno que me acusen de eso y no por otras cosas por las que señalan a los políticos”, presume.
Soy el menor de tres hermanos, en mi casa mi mamá siempre me dijo que fui el “pilón” que le había mandado la vida, porque mi hermana me lleva 9 años y mi hermano 10” MARCO BONILLA "Alcalde electo